El exjefe de la Policía Municipal de la capital, Emilio Monteagudo, recurrirá ante la Audiencia Provincial de Madrid su imputación en el caso Madrid Arena por considerar que es una "cabeza de turco" o un "chivo expiatorio" en esta causa.

Salvador Díaz, el abogado de Monteagudo, ha precisado que recurrirá ante la Audiencia madrileña el auto del juez del caso Madrid Arena Eduardo López-Palop, que mantiene la imputación de 16 personas, entre ellas el exjefe de la Policía Municipal de Madrid.

Díaz ha opinado que la imputación de Monteagudo, quien ha dimitido de su cargo, obedece a la intención de obtener venganza para que caiga una cabeza de arriba antes que a la intención de conseguir justicia por un procedimiento judicial.

Para el letrado, la imputación de una de las personas de mayor jerarquía por la tragedia del Madrid Arena pretende contentar a una parte de la sociedad o a una parte de la opinión pública.

Díaz ha mostrado su sorpresa por la decisión del juez instructor de la causa, Eduardo López-Palop, al considerar que, en las diligencias de investigación, no hay indicios para imputar al exjefe de la Policía Municipal.

El abogado ha argumentado que, de la instrucción, se desprende que Monteagudo no tuvo nada que ver con los hechos, no estuvo en el Madrid Arena y no planificó el servicio, lo que le correspondía a la oficial al mando del operativo policial.

Ha precisado que, en este caso, la responsable del dispositivo policial en el Madrid Arena, la jefa de la Unidad de Moncloa-Aravaca, Cándida Jiménez, debería operar como "cortafuegos".

La defensa de Monteagudo recurrirá su imputación directamente ante la Audiencia Provincial de Madrid al considerar que el magistrado ha expresado su posición de manera "suficiente" en el auto que pone fin a la investigación.

Los doctores Simón y Carlos Viñals, encargados de la asistencia médica en la fiesta de Halloween del Madrid Arena del 1 de noviembre de 2012, recurrirán el auto del juez Eduardo López-Palop, en el que se les imputan tres supuestos delitos de homicidio por imprudencia grave profesional.

José Crespo, el abogado de los responsables de la enfermería en el evento, ha calificado de "superficial" el auto del magistrado y lo ha enmarcado en "una justicia populachera" y en una instrucción que se ha hecho "mirando al tendido en lugar de mirar al toro".

Crespo ha considerado "parcial" la valoración del juez sobre el informe de la clínica médico-forense relativo a la actuación de los médicos en el Madrid Arena.

El letrado de los doctores Viñals ha lamentado que se haya manipulado la declaración judicial de sus clientes, que en ningún caso dijeron que dieron por fallecidas a tres de las víctimas de la tragedia.

Según Crespo, los dos facultativos -padre e hijo- aseguraron en sede judicial que identificaron en las niñas signos compatibles con el fallecimiento y llegaron a decir que tenían el aspecto de que pudieran llevar muertas desde hacía tiempo, pero eso no significa que su diagnóstico fuera de muerte y que no hicieran nada más.

Ahora, ha indicado el abogado, la Audiencia Provincial de Madrid tendrá que determinar si la actuación de los doctores Viñals tuvo una influencia directa en el fallecimiento de las tres chicas que fueron trasladadas al botiquín: Cristina Arce, Rocío Oña y Katia Esteban.

En el auto, el juez del caso Madrid Arena considera que los doctores Viñals no diagnosticaron correctamente a tres de las víctimas, dándolas por fallecidas cuando no lo estaban, y que su actuación fue "insuficiente, incompetente y carente de toda profesionalidad".