Coleccionar, coser, poner tu huerto en casa: proyectos para olvidar la vuelta a la rutina

  • En septiembre, el mes más fuerte en lamzamiento de fascículos, la apuesta editorial es por la cocina y el Do It Yourself.
  • "Los cursos de inglés o pintura ya no tienen éxito en coleccionables" cuenta el director de Marketing de Planeta DeAgostini.
  • El macramé, el ganchillo o la costura también triunfan en esta epoca del año, en la que muchos se hacen nuevos propósitos.
Septiembre, el mes de las colecciones y los propósitos
Septiembre, el mes de las colecciones y los propósitos
JORGE PARIS
Septiembre, el mes de las colecciones y los propósitos

Ir al gimnasio, comer mejor, beber menos cerveza, dejar de fumar y bla bla bla son los habituales propósitos de año nuevo o en este caso de  nuevo curso, pero hay vida y metas más allá de estos en ocasiones costosos y no muy divertidos objetivos que persiguen a muchos cada vuelta de vacaciones.

Estamos en la época del año en la que más buscamos maneras de desconectar o sentir que la rutina no se lo lleva todo. Voy a aprender a coser, a hacer macramé o ganchillo, a cocinar o a plantar deliciosos tomates en mi balcón nos decimos en un retorno a lo antiguo que la crisis ha vuelto moderno y ha puesto tan de moda que no hay quiosco ni librería que no luzca sus ofertas en el tema en lugar de honor.

El Do It Yourself ha dado un giro importante a la manera en la que empleamos nuestro tiempo libre y los creadores de coleccionables lo saben tan bien que han retirado de sus ofertas los antes habituales cursos de francés o dibujo para dar lo que la época pide: croché, tricot, cocina, costura o maneras o manicura en casa.

"La crisis ha provocado que todo lo relacionado con el Hazlo tú mismo triunfe en los coleccionables", asegura Nuño Pasqual de Pobil, director de Marketing de Planeta DeAgostini, "lo que más ha triunfado en el último trimestre en cuestión de coleccionables ha sido lo relacionado con cocina, especialmente la repostería, y el Do It Yourself".

Pasaron los tiempos de las enciclopedias por fascículos o los cursos de pintura o inglés: "Internet lo ha hecho muy bien, así que en coleccionables no hay nada que hacer en cuestión de aprender idiomas o dibujo", dice Nuño Pasqual de Pobil, que insiste en el éxito de lo relacionado con todo lo que sea hacerlo uno mismo.

Maneras de empezar

Coleccionar y aprender: los fascículos. Los dos puntos fuertes de los coleccionables en este país y en este momento se sustentan en dos patas: la colección pura y dura y lo relacionado con crear y hacer en casa. Lo asegura el director de Marketing de Planeta DeAgostini, que señala el cambio que ha provocado la crisis. Star Wars, cuenta, es un éxito siempre, así como otra de las apuestas del momento: helicópteros de combate (ambos son dos de los actuales lanzamientos).

"En infantil si no es un producto que ofrezca aprendizaje, jugando claro, no tiene éxito", dice Pasqual, que resalta una colección de Dinosaurios (El mundo de los Dinos) que también sale este mes y en la que se conjuga el juego con el aprendizaje. Se acabaron los coleccionables de puro entretenimiento. La gente no gasta el dinero en algo que no proporcione a sus hijos algo más que diversión".

En el público adulto sucede algo diferente: "Los cursos de idiomas o pintura o dibujo no tienen ya espacio, Internet se ha llevado todo ese público". Sin embargo se han abierto con la crisis nuevos espacios, sobre todo los relacionados con el Hazlo Tú Mismo. "La repostería arrasa" asegura Pasqual, "la gente se queda más en casa y cocina, y esto es también parte del Do It Yourself". Cambios de hábitos a los que los siempre atentos editores prestan toda su atención.

Do It Yourself. Las pioneras de la moda Hazlo tú mismo en nuestro país, Nuria Picos y Alicia Roselló (Duduá), promotoras de la guerrilla del ganchillo, organizadoras del Festivalet y autoras del atractivo libro Duduá. 30 Proyectos para la vida moderna (Cúpula), tienen desde hace dos años cuentan con más alumnos que nunca en sus talleres de costura, macramé, ganchillo o cestería.

"El taller de coser, que antes era difícil llenarlo, ahora está completo", dice Alicia Roselló, que anima a los que quieran iniciarse en el universo del Do It Yourself con técnicas como el macramé, el ganchillo o el tricot, dada la rapidez con que se puede aprender y las posibilidades que ofrece.

"Ahora queremos hacer cosas con rapidez, no vamos a estar como nuestras abuelas 30 años tejiendo una colcha, y cosas útiles y bonitas que nos podamos poner". Desde una pajarita o un bolso o un collar 100% original y hecho a mano hasta un puff extragrande o como ellas lo llaman XL pasando por una guirnalda o una cartera que no requiere ni una puntada, el abanico de posibilidades es realmente amplio.

Y atractivo: "Incluso coser, que requiere algo más de tiempo, se  ha llenado de seguidores, porque da mucho gusto hacerte tu propia falda, y no se tarda tanto en aprender. En 6 horas puedes tener tu propia falda". Las técnicas de siempre pero adaptadas al presente: collares de macramé, alfombras gigantes con cuerda, fundas para tableta de ganchillo, posavasos de tapicería...

"El papel va muy bien, tiene seguidores, pero no tanto como lo textil. Estamos ya desde hace un par de años en un momento en el que lo que se demanda es todo lo relacionado con el tricot, el macramé, el ganchillo. Hay cosas muy chulas como forrar una lámpara de madera con ganchillo".  Tal vez si hubiera una serie de éxito en la que los protagonistas hicieran cosas con papel...

Desde la serie El tiempo entre costuras no sabes cómo se ha disparado la demanda de esos talleres". Pero ¿cuánto tiempo se requiere?, porque para quien se ha planteado hacer una pulsera, un collar, tal vez una funda, hablarle de hacerse una falda tal vez le asuste. "Todo depende, pero en el taller en 6 horas alguien que no sabe nada se ha hecho uan falda. Y puedes conseguir online muchos patrones. Tú pones en Pinterest patrones y te salen muchísimos".

Huertos urbanos. "Para empezar hay que ser consciente de lo que puedes plantar según la temporada", dice la experta en el tema Ester Casanovas, autora de Pagesos de Ciutat (en español en octubre), "parece obvio, pero es un error habitual querer plantar por ejemplo tomates en septiembre  y desanima mucho ver que no prospera". Los tomates, que es lo que todos quieren plantar, cuenta Ester, se plantan en marzo y se recogen durante el verano, y tampoco es tiempo de pimientos.

"Así que los que quieran empezar ahora deberían decantarse por lechuga, rúcula, canónigos, espinacas, coles, escarolas, zanahorias, alcachofas, coliflores o acelgas, que son las hortalizas que se pueden plantar ahora".

Avisa, que nadie se decepcione, de la necesidad de sol que se requiere, y que una lechuga nunca crecerá igual por mucha luz que reciba si el sol no le da. "Sin embargo se pueden plantar lechugas y las hortalizas de ensalada (salvo el tomate) en sitios sin sol".

Al recipiente en el que se plante no concede mucha relevancia, porque hasta una bolsa de rafia puede servir, lo verdaderamente importante es la tierra: "Puede usarse sustrato universal, pero no todos son buenos, y de ahí es de donde se alimenta la planta. Lo que yo recomiendo, y que ya se puede encontrar en casi cualquier centro comercial es la mezcla de humus de lombriz con la fibra de coco". Asegura que cambia mucho si se planta en esta mezcla.

El riego, punto fundamental, ha de ser sobre la tierra, nunca sobre las hojas, advierte que propicia la salida de hongos y que si lo que se quiere es limpiar las hojas se le puede dar un manguerazo un día, pero nada más: "Lo que ha de estar húmedo es la tierra no las hojas. Otro error muy habitual es plantar mucho en la misma maceta, por ejemplo, doce lechugas en una jardinera de medio metro. En ese espacio lo suyo sería que no se plantaran más de dos o tres".

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