En las primeras horas de okupación, los jóvenes se dedicaron a adecentar los espacios del bloque, un antiguo aulario de Matemáticas. En la actualidad, las dependencias están llenas de escombros y con muchas ventanas tapiadas. Trabajan por turnos de unas 40 personas.

Además, los okupas tienen previstas diversas actividades, con las que reivindican una universidad alternativa, «sin jerarquías, horizontal y asamblearia», según explican en un folleto editado para ilustrar su acción.

Charlas y proyecciones

Cada tarde habrá charlas y proyecciones. «Esperamos aquí a todo aquel que quiera participar y proponer actividades», explicaba ayer Cruz, uno de los okupas.

Los activistas han descolgado en la fachada de la facultad pancartas que defienden el uso social del edificio y mayor participación en la gestión de la universidad.

La Complutense, que conoce la okupación desde el mediodía del miércoles, no se plantea denunciar la acción ni avisar a la Policía. «No queremos presionarles de ninguna forma», aseguran fuentes del rectorado.

El rector, Carlos Berzosa, inmerso en la campaña para los comicios del 25 de abril, se reunió el miércoles con los jóvenes «para intentar convencerlos de que depongan su actitud» no sólo por invadir dependencias de la universidad, «sino por su seguridad», según las fuentes.

Un caso polémico hace seis años

En abril de 2001, la Policía desalojó un almacén de la Facultad de Ciencias de la Información después de que un grupo de estudiantes entrara para okuparlo como aula social. Ni la vicedecana de la facultad ni los vigilantes de seguridad lograron convencerles en dos horas de negociaciones de que abandonaran el local, por lo que la Delegación del Gobierno ordenó el desalojo. Ningún estudiante fue herido ni detenido.