El entorno del río está recuperando la normalidad y a pesar de las lluvias de este fin de semana, que afectarán sobre todo a la zona pirenaica, no se esperan nuevas crecidas, según la CHE. Hasta el domingo, el Ebro tendrá un caudal de unos 615 metros cúbicos por segundo (la semana pasada se superaron los 2.000).
El Ebro ha sufrido este año tres avenidas consecutivas, dijo ayer el presidente de la CHE, José Luis Alonso, quien explicó que los daños podrían haber sido mayores que en 2003 si no se hubiera reducido en 435 metros cúbicos por segundo el caudal del río a través de los embalses de Yesa (Huesca) e Itoiz (Navarra).
La riada ha anegado miles de hectáreas de cultivos y provocado importantes desperfectos en los pueblos de la ribera. Responsables de la CHE se reunirán en los próximos días con los alcaldes para concretar las actuaciones necesarias para limpiar los cauces del río y proteger estas localidades.
Hasta ahora, más de 1.500 personas han colaborado para minimizar los efectos de la avenida, entre personal de la CHE, gobiernos autónomos, empresas privadas y municipios.
Piden más seguridad en la Expo
La seguridad de los trabajadores de la Expo es una prioridad para los sindicatos, que ayer reclamaron más transparencia en la información sobre la subcontratación en las obras de la muestra. El secretario general de UGT, Julián Lóriz, pidió ayer que se extremen las precauciones en las zonas de Ranillas más afectadas por la última crecida del Ebro, como el Parque Metropolitano del Agua. La avenida del río no paralizó las obras, a las que sí afectan el viento y los chaparrones como los que se esperan para estos días.
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