El juez del Madrid Arena cierra la investigación e imputa al jefe de Policía local de la capital

  • Emilio Monteagudo, responsable de la Policía Municipal, entra en la relación definitiva de acusados por la muerte de 5 jóvenes. Ya ha presentado su dimisión.
  • El juez le imputa un delito de homicidio imprudente.
  • Considera en el auto con el que pone fin a la instrucción que la "pasividad" de sus agentes ante el botellón, unida a la aglomeración en el interior, fue "determinante".
  • Además, señala al promotor de la fiesta, a su servicio médico y a los responsables de Seguridad de la empresa pública Madridec.
El titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Eduardo Lopez Palop (tercero por la izquierda, con chaqueta marrón) junto a los abogados y la fiscalía del caso.
El titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Eduardo Lopez Palop (tercero por la izquierda, con chaqueta marrón) junto a los abogados y la fiscalía del caso.
Ballesteros / EFE
El titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Eduardo Lopez Palop (tercero por la izquierda, con chaqueta marrón) junto a los abogados y la fiscalía del caso.

El juez del 'caso Madrid Arena', Eduardo López-Palop, cerró este lunes la investigación con la imputación de 16 personas por la muerte de las adolescentes Katia Esteban Casielles (18 años), Rocío Oña (18), Cristina Arce (18), Belén Langdon (17) y María Teresa Alonso (20) durante la fiesta celebrada en el pabellón del mismo nombre el 1 de noviembre de 2012.

En un auto  fechado el pasado viernes 29 de agosto, el magistrado del juzgado de Instrucción número 51 señala a Miguel Ángel Flores, promotor del evento, quien ya ha anunciado que no recurrirá el auto, y a los responsables de Seguridad de la empresa municipal Madridec, gestora de la insfraestructura. Además, incluye en la lista al inspector jefe de la Policía Municipal, Emilio Monteagudo, y a José Luis Rodríguez Caamaño, el coordinador jefe del departamento de Seguridad de Madridec que estuvo en el Madrid Arena hasta apenas media hora antes de las muertes. Ante la decisión judicial, Monteagudo presentó este mismo lunes su dimisión y el Ayuntamiento de Madrid le buscará sustituto a lo largo de las próximas semanas.

Todos ellos son sospechosos de cinco delitos de homicidio por imprudencia grave (castigado con penas de uno a cuatro años de prisión por cada uno) y diez de lesiones (pena de prisión de 6 meses a 3 años por cada uno). Es decir, cada uno de ellos podría enfrentarse a penas de entre 7,5 y 35 años de cárcel.

Al equipo médico de la fiesta, compuesto por los doctores Simón y Carlos Viñals, les imputa tres delitos de homicidio por imprudencia grave profesional (se impondrá además la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión por un período de tres a seis años). El resto de los imputados, incluyendo los exconcejales municipales Antonio de Guindos (Seguridad), Pedro Calvo (Economía) y Miguel Ángel Villanueva (Vicealcaldía) quedarían fuera del procedimiento, tal y como ha solicitado la Fiscalía.

"Pasividad inadecuada"

La inclusión de Monteagudo, hombre de confianza de Ana Botella, en la causa se realiza en contra del criterio del Ministerio Público, que había pedido su absolución. Su posible procesamiento, además, pone en jaque a la alcaldesa, que se había negado a cesarlo a pesar de que existe una pieza separada para investigar si falsificó documentos oficiales para culpar a la oficial de zona de que el dispositivo en el Madrid Arena fuese mínimo.

Hasta el momento, solo los abogados de las víctimas habían relacionado el botellón que tuvo lugar en el exterior del recinto con la avalancha humana que provocó el fallecimiento de las cinco adolescentes. Ahora, por primera vez, el juez ve indicios de que ambos hechos están conectados y carga duramente contra los agentes.

"La Policía Municipal, expresamente encargada del mantenimiento del orden en el interior del recinto y de evitar que aconteciera un botellón notoriamente ilegal [...] estuvo en el lugar de los hechos de forma manifiestamente insuficiente, esporádica y con una pasividad totalmente inadecuada para la gravedad de los hechos que estaban aconteciento [...]  La colusión de estos elementos, aglomeración interior y botellón exterior, fue determinante en la tragedia que posteriormente hubo que lamentar", zanja el escrito.

Acusados y absueltos

El auto trasforma las diligencias previas en procedimiento abreviado y da 30 días a las partes para que soliciten la apertura de juicio oral, para lo cual deberán formular escrito de acusación o, por el contrario, de sobreseimiento.

Miguel Ángel Flores > Según la Fiscalía, el "administrador de hecho" de Diviertt. Vendió 22.835 entradas, pese a que el aforo no debía superar las 10.620 personas. Actuó "movido por un claro ánimo de enriquecerse" y "con absoluto desprecio de las más elementales normas de cuidado".

Santiago Rojo > Director General de Diviertt. Pidió a Francisco del Amo (Madridec) que autorizase la apertura de las cristaleras del muelle de carga, destinadas a evacuación, para aumentar el aforo del recinto. La entrada en masa desembocó en la avalancha mortal.

Miguel A. Morcillo > Jefe de Personal de Diviertt. A las 3.09 horas abrió las puertas del muelle de carga por orden de su superior. Como Rojo y Del Amo, sabía que ello "suponía un grave riesgo para la seguridad del público", pero actuó "con evidente desprecio a las más elemental diligencia".

Rafael Pastor > Director del Departamento de Seguridad de Madridec. Perfiló con Flores -y junto a Del Amo- los detalles del alquiler y la seguridad del pabellón. Estuvo con Del Amo en el recinto hasta las 3.00 horas. Los dos toleraron que hubiera vomitorios cerrados en la pista del Madrid Arena, vulnerando el plan de autoprotección del recinto.

Francisco del Amo > Requirió a los vigilantes de Seguriber que aligerasen el registro de bolsos en la entrada para que los asistentes a la fiesta entrasen más rápido, lo que provocó que accediesen con bengalas o alcohol y facilitó la entrada a menores de edad. Llamó al jefe de Equipo de Seguriber para que diese la orden de abrir el portón de la cota 0.

José Ruiz Ayuso > Técnico de Operaciones de Madridec y Jefe de Emergencias para el evento. Máximo responsable del plan de autoprotección. "Realizó su trabajo con total falta de cuidado y con evidente desprecio a la más elemental diligencia para garantizar la seguridad del público. Detectó solo alguna de las innumerables anomalías, cuando la mayoría eran de fácil apreciación".

José Luis Rodríguez Caamaño > Coordinador jefe del departamento de Seguridad de Madridec. "Estuvo presente hasta las 3.00h. Su superior jerárquico, Rafael Pastor, asumió las direcciones de dirección y control".

Juan José París Nalda y Raúl Monterde > Coordinadores jefe de Seguriber. Dejaron que los vomitorios de pista permaneciesen cerrados y permitieron la entrada indiscriminada de público. Desde las 2.20 hubo pequeñas avalanchas que no les empujaron a actuar, "faltando a las obligaciones impuestas por la Ley de Seguridad Privada".

José Antonio Díaz > Jefe de Equipo de Seguriber. Ordenó al vigilante Segundo E. Puche que abriese el portón de la cota 0, tal y como le había pedido Del Amo, a pesar de saber que "esa vía debía quedar expedita para una posible salida de emergencia".

Roberto Mateos > Vigilante de Seguriber. Responsable de la sala de cámaras. No sabía cómo funcionaba el sistema. No vio ninguna avalancha en el pasillo donde fallecieron las tres primeras víctimas porque "abandonó su puesto de forma injustificada" en dos ocasiones.

Carlos Manzanares y Emilio Belliard > Apoderado de Kontrol 34 y socio, respectivamente. Su obligación era controlar el aforo y la circulación entre espacios, así como avisar a la Policía en caso de incidente. También debían garantizar que los vomitorios para salir de la pista fueran accesibles, pero al menos seis estaban bloqueados. Incumplieron todas sus funciones.

Simón y Carlos Viñals > Eran el equipo médico. "En sus respectivas asistencias a Rocío Oña y Cristina Arce [...] realizaron insuficientes y deficientes compresiones torácicas y omitieron varias de las actuaciones indicadas para una reanimación [...] concurriendo así, con su acción y omisión, a la producción de los dos fallecimientos".

Emilio Monteagudo > Jefe de la Policía Local. Según declaró ante el juez, la policía no actuó para frenar el botellón "porque no había suficientes policías" para ir a  "una zona a oscuras donde hay gente bebiendo".

Los 'absueltos'

José María Flores > Administrador de Diviertt. Su hermano Miguel Ángel asumía por él todas las decisiones en la empresa.

Jorge Rodrigo Domínguez y José Ángel Rivero > Director gerente y consejero delegado de Madridec, respectivamente. La Fiscalía considera que no tenían capacidad para gestionar los detalles relativos a la seguridad del evento, función que recaía en Pastor, Del Amo y Ayuso.

Iván Somontes > Coordinador de Servicios de Seguriber. Mando intermedio entre Madridec y Seguriber. Elaboró el plan de vigilancia de la fiesta, pero no estuvo presente. Pastor, Caamaño, Monterde y Nalda asumieron sus funciones.

Segundo E. Puche > Vigilante de Seguriber. Custodiaba el portón de la cota 0. Lo abrió cumpliendo órdenes de su superior José Antonio Díaz, por lo que no se le achaca responsabilidad.

Antonio de Guindos, Fátima Núñez, Alfonso del Álamo > La Fiscalía exonera al concejal de Medio Ambiente, Movilidad y Seguridad, a la concejal de Seguridad y Emergencias y al director general de Emergencias al valorar que su conducta no incidió en la formación de la avalancha mortal. La fiscalía tampoco apunta al vicealcalde Miguel Ángel Villanueva, cesado por la alcaldesa por ser amigo personal de Miguel Ángel Flores, ni a Pedro Calvo, exedil de Economía y en ese momento responsable de Madridec, que dejó el cargo antes de ser imputado.

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