Una experta aconseja adaptar el ritmo biológico al trabajo para combatir la crisis postvacacional y minimizar insomnio

Una experta en psicología y profesora de la Universidad Internacional Valenciana (VIU), Ester Grau Alberola, ha aconsejado este viernes adaptar el ritmo biológico al trabajo para combatir la crisis postvacacional y minimizar los riesgos de padecer insomnio, apatía, ansiedad o decaimiento.

Una experta en psicología y profesora de la Universidad Internacional Valenciana (VIU), Ester Grau Alberola, ha aconsejado este viernes adaptar el ritmo biológico al trabajo para combatir la crisis postvacacional y minimizar los riesgos de padecer insomnio, apatía, ansiedad o decaimiento.

La especialista recomienda evitar "cambios bruscos" entre el periodo estival y la reincorporación al trabajo, "adaptando los ritmos biológicos con antelación, lo que nos permitirá minimizar" el estrés postvacacional, que consiste en un estado de malestar generalizado que aparece asociado a las dificultades de adaptación al trabajo tras las vacaciones.

Este estrés puede manifestarse a nivel emocional (malestar, ansiedad, depresión, apatía, falta de interés, irritabilidad, nerviosismo, inquietud, tristeza), conductual (deterioro de la actividad social, laboral o académica) y físico (cansancio, fatiga, somnolencia excesiva o insomnio, falta de apetito, dificultades de atención y concentración, molestias musculares).

Para la psicóloga y profesora de la VIU "cuando nuestros recursos para adaptarnos al nuevo ambiente no son suficientes o cuando las demandas del entorno son excesivas, podemos padecer un cuadro de estrés", una situación que "debería revertir en una o dos semanas".

Con el fin de evitar los problemas de adaptación, recomienda ajustar los ritmos biológicos "con antelación" y volver de las vacaciones "unos días antes", dejando al menos dos días de adaptación; afrontar de manera gradual las dificultades laborales diarias y, si es posible elegir, empezar por las tareas más gratificantes; mantener una actitud positiva y creativa; dormir suficiente (una media de ocho horas), fijarse una adecuada gestión del tiempo y, sobre todo, "saber separar el trabajo de la vida familiar".

Colectivos más vulnerables

Grau ha añadido que parece existir una mayor dificultad de adaptación entre los trabajadores más mayores, ya que seis de cada diez empleados de entre 16 y 24 años no sufren depresión postvacacional, siendo el colectivo que más lo padece el de los trabajadores de más de 45 años.

En cuanto al género, los resultados indican que el síndrome postvacacional es más frecuente entre las mujeres que en hombres. Las mujeres presentan mayores dificultades a la hora de incorporarse a la rutina diaria aunque hay diferencias también en la edad, más frecuente entre las mayores de 30 años, debido posiblemente a las dificultades de desarrollo profesional y de conciliación, según la experta.

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