El cerco de la Xunta hacia los ayuntamientos con urbanismo incontrolado se estrecha cada vez más.

Y de las recomendaciones se ha pasado a los tribunales, donde el Gobierno autonómico ha interpuesto ya un total de 11 recursos contencioso-administrativos contra la concesión de licencias de construcción en las localidades de Malpica y Fisterra (A Coruña) y Barreiros (Lugo). «Y hay pendientes bastantes casos más», añadió el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño.

Estos tres ayuntamientos habían rechazado los requerimientos de la Consellería de Política Territorial sobre la construcción ilegal  de viviendas y apartamentos en zonas costeras. Sin embargo, Touriño restó importancia al caso de Foz, donde el Ayuntamiento acaba de aprobar 40 licencias para levantar 1.350 pisos que se habían declarado nulos por Vivenda. «No tiene nada que ver», explicó el presidente. Touriño censuró también que regidores como el de Arteixo (A Coruña) sean «alcaldes por horas y promotor por la tarde».

Vigo y A Coruña, bajo sospecha

«La Xunta también debería mirar hacia A Coruña». Es la recomendación que lanzó ayer el BNG en A Coruña, que acusó al Gobierno local de querer legalizar una urbanización de pisos de lujo, la del Papagayo, donde hay indicios de corrupción. El Bloque acusó al Ayuntamiento de complicidad con los promotores y dijo que «hay familiares de funcionarios relacionados». Por su parte, Touriño señaló que Vigo, Gondomar, Ourense y Foz están bajo sospecha.