El alcalde de Santiago, Agustín Hernández ha considerado "un error" y "una grandísima irresponsabilidad" la organización de una manifestación "justamente al lado del lugar de visita de una personalidad como Angela Merkel". El acto fue convocado por la CIG, BNG y otros colectivos, y también contó con la presencia de la viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz.

En esta línea, el alcalde ha declarado, ante las preguntas de los medios, que la manifestación que tuvo lugar este lunes durante la visita de la canciller alemana, se podría haber celebrado "en cualquier momento a lo largo del resto del año" para manifestar "lo que se considere al respecto de la políticas de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania o del PP", pero ha censurado que fuese precisamente en la misma jornada.

"Deberíamos estar orgullosos como compostelanos, como gallegos y como españoles de la visita de una mandataria elegida democráticamente en el primer país de la Unión Europea", ha subrayado el alcalde compostelano, a lo que ha añadido que Alemania es "el segundo cliente de la economía española y referente en el número de turistas alemanes que nos visitan, especialmente en Santiago".

En relación con este tema, ha explicado que el año pasado 16.000 alemanes obtuvieron la Compostelana, y que entre los años 2004 y 2013 Santiago tuvo más de 500.000 pernoctaciones de ciudadanos procedentes de Alemana, "incrementándose año tras año", ha destacado.

Asimismo, Hernández ha declarado que él respeta "cualquier manifestación dentro de la legalidad", y que la del pasado lunes estaba prevista en la Praza da Quintana, "pero los manifestantes intentaron saltarse las reglas del juego y acceder a la Praza do Obradoiro". "Por tanto", ha defendido el alcalde de Santiago, "es una obligación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado mantener el orden público.

"error político y daño innecesario"

Ante la pregunta de los medios de por qué no se podía acceder a la Quintana con pancartas, Hernández ha asegurado que no tiene esa información.

Finalmente, ha insistido en que la manifestación es "un error político y un daño innecesario" que "afecta a la economía y credibilidad" de España, "que intenta volver a ser un país de referencia en la UE a pesar de la herencia que encontró el actual gobierno en el año 2011", ha apuntado el corregidor.