El crucero del Santo Cristo de Aramendía, único de los 73 cruceros existentes en Navarra declarado de forma explícita Bien de Interés Cultural con categoría de monumento, acaba de ser restaurado por el Gobierno de Navarra con un coste total de 38.031,10 euros.

José Luis Franchez Apezetxea, arquitecto de la Institución Príncipe de Viana, ha sido el director de las obras realizadas por la empresa Construcciones Zubillaga.

Los cruceros, que se reparten por toda la geografía navarra, sobre todo por la zona media, son cruces cristianas, casi siempre labradas en piedra y soportadas por una columna exenta sobre un pedestal o unas gradas. En algunos casos se adornan de elaboradas decoraciones escultóricas y la mayoría en Navarra están ligadas a caminos, como ocurre en Aramendía.

73

Cruceros en navarra

La sección de Patrimonio Artístico tiene catalogados 73 cruceros en Navarra y actualmente está preparando la declaración del entorno de protección de todos ellos, ya que sólo está declarado de forma explícita como monumento el crucero de Aramendía.

Propiedad del Arzobispado de Pamplona, es un bello conjunto arquitectónico plateresco fechado en 1559. La cruz aparece cobijada bajo un templete construido en sillar que adopta una planta triangular cubierta por una bóveda estrellada propia de aquel momento, cuyos nervios descansan en medios cilindros que a su vez lo hacen sobre tres estribos exentos. Los frentes del templete se resuelven con arcos apuntados, ha informado el Gobierno foral en una nota.

La cruz viene a ser una versión en piedra, tanto en tipología como en virtuosismo técnico, de las cruces procesionales de plata renacentistas. Como ellas consta de un varal, aquí sustituido por el fuste cilíndrico y monolítico, nudo templete también cilíndrico, y la cruz de brazos rectos decorada con hojas y tornapuntas.

La iconografía se concentra en el nudo en el que bajo hornacinas aveneradas se suceden las figuras realizadas en alto relieve de los cuatro evangelistas, San Pedro y San Pablo, representaciones que se completan con el Crucificado y la Virgen con el Niño que ocupan ambas caras de la cruz.

Estilísticamente el repertorio escultórico se adscribe al Renacimiento y pone de manifiesto la elevada técnica del escultor que lo realizó, que supo tratar con soltura los atuendos, imprimió a los rostros distintas caracterizaciones, muy dramática en el Crucificado, y de rasgos suaves y delicados en la Virgen.

Obras de restauración realizadas

La restauración llevada a cabo este verano ha consistido en retirar la cubierta de teja cerámica del templete que cobija el crucero. La teja asentaba sobre tabla de madera de roble, que se ha reparado y tratado. Se ha repuesto una nueva cubierta de teja tomada con mortero de cal con piezas cobijas recuperadas del desmonte y piezas nuevas en las canales. También se ha reparado el alero de madera.

Las fachadas del templete se han limpiado con chorro de agua a baja presión, se han eliminado los rejuntados de mortero en mal estado y se ha vuelto a rejuntar la sillería con mortero de cal, además de reparar sillares del los arcos que estaban rotos o perdidos.

En las bóvedas del templete se ha picado y repuesto el revestimiento de yeso de la plementería que estaba en mal estado y se ha recuperado el despiece pintado en color rojo que conservaba parcialmente la bóveda estrellada del templete. Se ha utilizado pintura velada a la cal con pigmento inorgánico de color rojo.

El crucero propiamente dicho se ha limpiado con medios mecánicos y químicos, se han eliminado reposiciones de cemento en el relieve, y se han integrado los volúmenes saneados con morteros de cal entonados. Los tirantes de hierro del crucero se han pasivizado con taninos. También se han limpiado con chorro de agua a baja presión las gradas del crucero, se han recolocado las piezas desplazadas y se ha rejuntado con mortero de cal, ha añadido el Ejecutivo.