El concejal de Urbanismo, Francisco Javier Díaz de Prado, ha informado de la próxima modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que se propondrá en la próxima reunión del Consejo de la Gerencia Municipal de Urbanismo.

La modificación que se pretende realizar tiene como objetivo impulsar el desarrollo urbanístico de la ciudad en un momento en que la situación socioeconómica ha variado respecto a la existente hace pocos años, según ha informado el Ayuntamiento en nota de prensa.

La situación actual, ha señalado el concejal, parte de la existencia de un 50% del suelo residencial pendiente de urbanizar; unos sectores urbanísticos a desarrollar con una densidad de población media baja, consecuencia de la tipología de vivienda unifamiliar; o sectores donde es necesario aplicar criterios de sostenibilidad económica y medioambiental.

A lo que hay que añadir, ha dicho, la problemática que existe en la ciudad para evacuar las aguas pluviales que conlleva que la Confederación Hidrográfica del Júcar no autorice nuevos desarrollos urbanos mientras no quede garantiza su evacuación sin que las mismas confluyan en el Canal de María Cristina.

Así, ha continuado el concejal, la nueva legislación ambiental exige para los nuevos desarrollos urbanísticos unos criterios de sostenibilidad económica que implica que las nuevas zonas urbanas deben tener la suficiente población para mantener los servicios en las mismas por parte de las administraciones públicas garantizándose además aspectos como son la complejidad y heterogeneidad funcional dentro de los fines y principios de un medio urbano sostenible así como la compacidad y continuidad urbana.

Además, ha apuntado que esos nuevos sectores urbanísticos deben aportar soluciones medioambientales que permitan que las aguas pluviales sean filtradas o laminadas en los propios ámbitos urbanísticos lo que implicará un aumento de las zonas verdes.

Por estos motivos el equipo de Gobierno va a proponer una modificación del Plan General de Urbanismo para reajustar estos suelos urbanizables que hagan posible su gestión, desarrollo y mantenimiento posterior.

Medidas a desarrollar

Para ello las medidas a desarrollar serían establecer un mecanismo que permita la gestión, y urbanización de ámbitos más ajustados, dividiendo los sectores urbanísticos en distintas unidades de actuación o fases, así como establecer para cada ámbito los suelos necesarios para resolver la laminación o infiltración de aguas de lluvia, de manera que el agua pluvial se quede en los sectores y no tenga que ser trasvasado al saturado Canal de María Cristina.

Incorporar los sistemas generales necesarios para incrementar las zonas verdes, conforme a los sistemas generales ya definidos por el propio Plan, como consecuencia de establecer en los sectores mecanismos de infiltración y laminación de las aguas, y mantener el mismo aprovechamiento tipo, aunque pueda variar la edificabilidad como consecuencia del aumento de zonas verdes.

También se prevé mantener la estructura general y orgánica del plan general vigente; de manera tal que no se alteraría la estructura del actual plan, e incorporar otros usos compatibles en las zonas de uso global residencial, de manera que se permita que en los nuevos sectores residenciales se puedan incorporar usos como comercial, hotelero, oficinas, entre otros, con la finalidad de que los nuevos ámbitos sean más habitables y se mantenga la filosofía propia de ciudad que siempre ha caracterizado a nuestra capital.

Asimismo, se pretende mantener en régimen transitorio, fuera de esta modificación, aquellos ámbitos que presumiblemente puedan concluirse conforme a su programación actual.