Lo llamativo de la instalación –organizada por la DGT, el Rectorado, la Fundación Eccus y Renault– es la posibilidad que ofrece a los jóvenes de comprobar in situ los riesgos de no abrocharse bien el cinturón de seguridad, no frenar a tiempo o no situarse correctamente al volante.

Del resultado hablan los alumnos. «Te enseña a coger confianza y no hacer el tonto», dice Pablo González. «Aprendes a evitar obstáculos y reaccionar a tiempo», comenta Miguel Camarero. Ellos son dos de los 500 universitarios que se calcula que pasarán por Generación Clio.

Aprenderán a ponerse el cinturón antes de someterse a un simulador de vuelco de 360 grados, a usar el ABS para frenadas de emergencia y a evitar salidas de vía u obstáculos. Unos ejercicios en los que los propios alumnos manejan el volante, en un circuito supervisado por especialistas. Algo muy a tener en cuenta para aprender la lección, pues en situaciones reales los jóvenes conductores estarán solos.

Abierto a todos los estudiantes

Las instalaciones de Generación Clio se estrenaron ayer y permanecerán abiertas hasta mañana en el aparcamiento de la Facultad de Derecho. A ellas podrán acudir libremente los estudiantes de la Universidad en horario de 10.00 a 12.00 y de 14.30 a 17.30 y experimentar con los coches disponibles en un circuito cerrado durante una hora.

Eso sí, las plazas son limitadas y en cada una de las siete sesiones diarias sólo pueden apuntarse 20 alumnos. La iniciativa es abierta tanto para quienes tengan carné como para los que no lo tengan. Los primeros serán los privilegiados que podrán probar todas las pruebas. Los segundos únicamente podrán subirse al simulador de vuelco, para aprender a ponerse bien el cinturón.