En 2005 las empresas españolas tuvieron que hacer públicos por primera vez sus datos de emisiones. Las gallegas declararon que lanzaban a la atmósfera 17,3 toneladas de CO2, lo que suponía 2,7 toneladas más de lo permitido. Un exceso similar al del pasado año.

Sin embargo, no es que las empresas no rebajen su nivel de contaminación; lo que sucede es que el Plan Nacional de Asignación –elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente– disminuye el límite año tras año, en aplicación del Protocolo de Kioto. Así, si en 2005 se permitían 14,6 toneladas, el pasado año sólo se toleraban 13,5. Y se emitieron 16,5.

Más exceso que en 2005

Éstos son los datos que el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Rodríguez, puso ayer sobre la mesa y que reflejan que el esfuerzo de las empresas no logra mermar sus incumplimientos. De hecho, en 2005 el exceso de emisión fue de un 18,34% y el pasado año rozó el 20%. Y eso que las industrias implicadas lograron reducir en un 5% el CO2 lanzado a la atmósfera.

Pero no todas. En Galicia hay 55 empresas afectadas por el Protocolo de Kioto. Las de cogeneración, cemento, cerámica, vidrio, pasta, papel, cal, refinería y siderurgia cumplieron las cuotas que se les asignaron.

Las únicas que se pasaron fueron las eléctricas. Y eso que las tres centrales más importantes –Sabón, As Pontes y Meirama– redujeron sus emisiones en 800 toneladas. Aun así, se excedieron. Algo muy grave, ya que el 80% de los gases proceden de ellas.

Cambio climático y económico

La importancia de reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera estriba en la lucha por paliar el efecto invernadero y el cambio climático. «Es un hecho científicamente comprobado que la Galicia del 2050 no va a tener nada que ver con la de ahora». Así de contundente se mostró el conselleiro de Medio Ambiente sobre este cambio climático. Alertó del incremento de temperaturas e incendios y de la subida del nivel del mar, así como de la «alteración económica» que esto supondrá.