A raíz de una denuncia interpuesta por el Observatorio Justicia y Defensa Animal, la Fiscalía del Principado de Asturias ha abierto Diligencias de Investigación para tratar de esclarecer los repetidos casos de envenenamientos de perros que se han sucedido en diversas localidades de la cuenca minera asturiana a lo largo de los últimos meses.

Hasta el momento se ha tenido constancia directa del envenenamiento de tres perros. Los tres animales fueron envenenados en una misma zona del Principado, en áreas que van desde el municipio de Pola de Laviana hasta el de Riosa, parajes todos ellos que se encuentran muy próximos a espacios protegidos, como los Parques Naturales Ubiña-Mesa, Somiedo, Redes y Ponga.

Según los informes veterinarios realizados tras la asistencia a los perros envenenados, los animales, uno de los cuales falleció, fueron víctimas del mismo tipo de veneno. Además, se comprobó que la colocación de la sustancia venenosa, en todos los casos mezclada con comida y con una clara intencionalidad de eliminar animales, fue muy similar en todos los casos, con lo que todo indica que se siguió el mismo modus operandi. Los envenenamientos se han venido produciendo desde el mes de febrero y hasta el pasado mes de julio, aunque no se descarta la aparición de nuevos casos.

Por cada animal doméstico afectado se incurriría en la comisión de un delito de maltrato animal tipificado en el Código Penal español, y penado con hasta un año de prisión. No obstante, aunque los casos detectados son perros, el número de animales realmente afectados por estos envenenamientos es indeterminado, ya que podrían haberse visto afectadas múltiples especies, tanto domésticas como salvajes, de modo que se podría incurrir, además, en diversos delitos contra la fauna.

Desde el Observatorio Justicia y Defensa Animal hacemos un llamamiento a los dueños de perros para que extremen las precauciones y ante los primeros síntomas de envenenamiento no duden en acudir al veterinario. La utilización de venenos, especialmente en los espacios rurales, supone un grave problema que cada año deja cientos de víctimas silenciosas, y cuyas consecuencias para el medio ambiente y el equilibrio de los ecosistemas resulta nefasto, llegando a poner en peligro incluso a especies protegidas.