La ministra de Sanidad, Ana Mato, ha mostrado este miércoles su tristeza por la muerte a causa del ébola del religioso Miguel Pajares, y sobre el trabajo llevado a cabo por su departamento ha afirmado que "lo importante no es el protagonismo de un ministro por las gestiones, sino la gestión en si". Mato se ha defendido de esta manera de las críticas recibidas por no haber comparecido en público durante la gestión del traslado del enfermo.

Instantes antes de entrar al funeral de Pajares en la capilla del Hospital San Rafael de Madrid, Mato ha asegurado que con la alerta sanitaria generada por el virus del Ébola se ha demostrado que "tenemos un sistema de alertas que funciona perfectamente y unos protocolos que se cumplen".

Ha destacado que desde el primer día Sanidad ha estado coordinada con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Unión Europea (UE) y las comunidades autónomas por vía telefónica, videoconferencias y reuniones presenciales, así como con los ministerios de Defensa, Asuntos Exteriores, Fomento e Interior.

Mato ha señalado que todas las coordinaciones han permitido además que se trajera el tratamiento con suero experimental, del que ha dicho que "ojalá hubiese funcionado con Pajares". "Lo trajimos a España y no ha podido ser de utilidad", ha aseverado.

Ha agradecido "especialmente" el trabajo "magnífico" del personal sanitario que hay en España, que, según ha dicho, ha reaccionado "de una manera óptima" y ha trabajado intensamente estos días para intentar salvar la vida del sacerdote.

También ha tenido palabras de apoyo hacia los familiares del sacerdote y los hermanos de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios, a la que pertenecía el religioso, y ha subrayado la labor de las personas que "altruistamente" dedican su vida al servicio de los demás.

La ministra ha añadido que su departamento ha estado informando en todo momento "con total transparencia a los ciudadanos para garantizar su seguridad en este tema de salud pública".

Al funeral, que ha comenzado pasadas las 11:30 horas, ha asistido también Enrique Nuñez, portavoz del Ayuntamiento de Madrid, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, y el presidente de Mensajeros por la Paz, el padre Ángel, entre otros.