Unos 45.000 trabajadores han salido de la Comunitat Valenciana para trabajar en otras provincias españolas, según el análisis de Randstad sobre movilidad interprovincial IT 2010-2014. Esta situación provocó que entrasen en esta autonomía 42.824 trabajadores y que saliesen 45.084, lo que supone un saldo negativo 2.260 personas.

Castellón es la provincia valenciana que registra mayor tasa de movilidad más elevada, con un 21,4 por ciento, seguida de Alicante, con un 15,4 por ciento, ambas por encima de la tasa nacional que alcanza el 12,48 por ciento.

A nivel nacional, más de 444.000 contratos durante el primer trimestre se generaron a partir de procesos interprovinciales de emigración para conseguir un empleo. El 57 por ciento de los contratos que implican movilidad pertenece al sector servicios; un 27 por ciento a agricultura; construcción, nueve por ciento e industria siete por ciento.

Randstad ha analizado los datos de migración interprovincial recogidos en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), correspondientes al primer trimestre, desde 2010 hasta 2014. El objetivo es conocer la movilidad de los trabajadores, y su relación con el acceso al mercado laboral, independientemente del contrato que firmen.

Según el periodo observado, Randstad detecta que la Comunitat Valenciana registra un saldo negativo de 2.260 trabajadores. Alicante es la provincia valenciana que cuenta con mayor saldo negativo, con 4.535 trabajadores que se han marchado por motivos laborales. Sin embargo, Castellón es la provincia con la tasa de movilidad más elevada, con un 21,4 por ciento seguida de Alicante con un 15,4 por ciento.

EL 12,4%

De los contratos

El 12,4% de los contratos firmados durante el primer trimestre obligaba al trabajador a cambiar de provincia, el nivel más alto desde 2010, según datos de Randstad.

Concretamente, de los 3,5 millones de contratos firmados durante los tres primeros meses de 2014, más de 444.000 vinieron motivados por la migración, ya que el trabajador consiguió acceder al empleo en una provincia diferente a la de su última residencia.

El perfil del trabajador que acepta un trabajo en otra provincia es el de un hombre (14,8% sobre el total de trabajadores varones) y de entre 25 y 34 años (14,1%).

El estudio indica, por otro lado, que el sector servicios es el que más contratos de movilidad engloba, en términos absolutos, si bien tiene una tasa de movilidad inferior al del resto de sectores. El 76% de los trabajadores españoles desarrolla su actividad en el sector servicios, pero sólo el 57% de los contratos firmados ha implicado movilidad.

Por su parte, la agricultura es el sector con la tasa de movilidad más elevada. Mientras apenas un 5% de los ocupados en España está empleado en él, más de 37% de los contratos registrados han motivado un cambio de residencia por parte del profesional.

La industria, por su parte, se sitúa con una tasa de movilidad por debajo de la media nacional. En este caso, el 7% de los contratos implica que el trabajador cambie de provincia para acceder al empleo, mientras que el sector representa al 13,6% de los profesionales ocupados.

Reparto por comunidades autónomas

El informe detalla que la entrada de trabajadores es mayor que la salida en seis comunidades autónomas, mientras que ocho de ellas son emisoras.

Así, la Comunidad de Madrid es la más receptora, con un saldo positivo de 37.532 personas, seguida de Andalucía (7.531), Murcia (4.146), País Vasco (2.624), Baleares (1.651) y Navarra (1.492). En el lado opuesto, destacan Castilla-La Mancha (-16.443 personas), Castilla y León (-7.469) y Aragón (-6.569).

Por provincias, aquellas que más trabajadores reciben descontados los trabajadores que las abandonan son Jaén (16.939 personas) y Barcelona (11.935). Madrid también supera los 10.000 trabajadores en este capítulo.

Por su parte, como provincias más emisoras se posicionan Cádiz, Sevilla, Toledo, Zaragoza y Lleida, todas ellas con una diferencia negativa superior a los 5.000 trabajadores.