El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha centrado sus últimos cuatro años al frente de la capital en una gran y polémica obra, la de la M-30, que sin embargo llegó a creer que no podrían terminar.

Hubo un momento, hace dos años, que por los muchos obstáculos que me pusieron, pensé que podríamos encontrarnos en la necesidad de explicar a los ciudadanos que tal día como hoy la obra no iba a estar terminada. Lo pensé", declara Gallardón en una extensa entrevista publicada hoy por el diario El Mundo.

Pero no sólo aborda la que ha sido su gran obra, sino que el alcalde habla de otros temas no menos polémicos. Es el caso de los parquímetros, que no duda en defender.

Al respecto, dice que "nunca he visto nada más conservador e insolidario que decir 'parquímetros sí para los de Salamanca pero no para los de Carabanchel'. Reconocen que el sistema es bueno pero no quieren los mismos privilegios para los del sur".

"Liderazgo absoluto"

"Una ciudad con dudas antes de 2003 y una ciudad con una vocación absoluta de liderazgo ahora", asegura el alcalde cuando se le pregunta por los cambios que ha experimentado la ciudad desde que llegó a la alcaldía.

Respecto al dinero que necesitará para seguir adelante con sus proyectos en caso de que sea reelegido, Gallardón afirma que "gracias a su dinamismo" "Madrid tiene recursos suficientes para pagar absolutamente todo".