Acabada la Semana Santa, los servicios de limpieza comienzan a retirar la cera de las calles por donde han pasado las cofradías. En Sevilla, por ejemplo, van a tardar 25 días en completar la limpieza.

Si suben las temperaturas la cera se reblandece y convierte el asfalto en una trampa muy resbaladiza y difícil de limpiar.

Los comercios inventan ideas para evitar que los clientes se resbalen en sus tiendas. En las calles los viandantes tienen que caminar con cuidado para no resbalarse con la cera.

Más de 500 toneladas de basura ya se han retirado de Sevilla y todavía quedan kilos de papeles y cera esperando a que el camión de la limpieza se los lleve esta noche.