El oso pardo amplía su asentamiento en la Cordillera Cantábrica hacia el norte de Asturias, páramos leoneses y Zamora

El oso pardo ha ampliado su área de asentamiento en la Cordillera Cantábrica, su localización estable, y se ha detectado la presencia de ejemplares en municipios septentrionales del Principado de Asturias, en municipios limítrofes entre Cantabria y Burgos, en los páramos leoneses y en la comarca La Carballeda, en Zamora.
Desde izq, Francisco Javier Manrique, José Ángel Arranz y Mª Serafina Álvarez
Desde izq, Francisco Javier Manrique, José Ángel Arranz y Mª Serafina Álvarez
EUROPA PRESS
Desde izq, Francisco Javier Manrique, José Ángel Arranz y Mª Serafina Álvarez

El oso pardo ha ampliado su área de asentamiento en la Cordillera Cantábrica, su localización estable, y se ha detectado la presencia de ejemplares en municipios septentrionales del Principado de Asturias, en municipios limítrofes entre Cantabria y Burgos, en los páramos leoneses y en la comarca La Carballeda, en Zamora.

Así se refleja en el último censo del oso pardo, referente al periodo 2013-2014, que ha sido presentado este jueves en León por el director general de Medio Natural de la Junta, José Ángel Arranz, quien ha destacado que los datos muestran que en las zonas tradicionales oseras la población "está aumentando y se está extendiendo a municipios limítrofes".

Arranz, quien ha estado acompañado por la directora general de Recursos Naturales del Principado de Asturias, María Serafina Álvarez, y el director general de Montes y Conservación de la Naturaleza del Gobierno de Cantabria, Francisco Javier Manrique, ha cifrado la población estimada de osos en la Cordillera Cantábrica entre 190 y 210 ejemplares, de los que entre 160 y 180 están en la zona occidental y cerca de 30, en la oriental. La superficie en la que habitualmente se mueven los plantígrados abarca 4.900 kilómetros cuadrados.

El número de ejemplares ha experimentado un "importante crecimiento" en los últimos años, ha manifestado Arranz, quien ha asegurado que uno de los datos que garantiza la viabilidad, recuperación y mantenimiento de la especie protegida es que se ha incrementado de manera notable el número de osas con crías, con un crecimiento anual del ocho por ciento en algunas zonas.

En este sentido, se han detectado un total de 30 osas pardas con 57 oseznos; de ellas, 26 osas con 50 crías corresponden a la zona occidental y cuatro osas y siete crías se encuentran en la subpoblación oriental.

Estas cifras confirman la consolidación "de la tendencia creciente de los últimos años del aumento del número de osas con crías, lo que va a permitir en los próximos años ver más osos por los campos y montes", ha señalado Arranz, quien ha agregado que por tercer año consecutivo se confirma la presencia de cuatro nuevas familias.

Casi un tercio de esas osas con crías (nueve de los 30 ejemplares que se estima hay en la Cordillera Cantábrica) se localiza en Castilla y León: cinco osas en la zona occidental de la Comunidad y cuatro osas en la oriental.

María Serafina Álvarez ha explicado que en el Principado se han contabilizado 21 osas con 40 oseznos, todos ellos en la zona occidental porque en la zona oriental asturiana la representación es "escasísima".

Por su parte Francisco Javier Manrique, quien también ha destacado que el censo ofrece buenas noticias y muestra "el gran avance realizado en los últimos años", ha explicado que en Cantabria, con cuatro osas y cinco oseznos, la población de esta especie ha aumentado en toda su área de asentamiento y también se ha detectado la presencia de plantígrados de manera continua fuera de este entorno.

Todo ello se debe, ha dicho Manrique, a "la mejora del hábitat que permite al oso estar en sitios en los que antes no estaba".

Unir las dos poblaciones

Uno de los principales retos a los que se enfrentan las tres

comunidades autónomas en las que, a través de la Cordillera Cantábrica, se asienta el oso pardo es conseguir en unos años que las dos poblaciones, zona occidental y zona oriental, se conviertan "en una única población con dos núcleos en el extremo".

Así lo ha revelado Arranz, quien ha adelantado que ya se trabaja de forma conjunta para consolidar el corredor que une ambas poblaciones y facilitar así el movimiento de ejemplares entre ambos sectores.

Se trata de un objetivo para el que "se han hecho muchos esfuerzos en los últimos años", punto en el que ha incidido en la recuperación de la superficie arbolada en la zona de paso, la incorporación de árboles con fruto que atraen a los plantígrados y la mejora de la permeabilidad de las infraestructuras.

En este sentido, Álvarez ha resaltado que lo más importante del censo "no es sólo el crecimiento de población, sino que la población occidental de la Cordillera Cantábrica se va estirando a la parte más oriental", lo que supone que el corredor que une los dos núcleos de población se está "ampliando, mejorando y consolidando" y que el objetivo es que "los dos núcleos de población de oso pardo puedan tener puntos de encuentro".

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