La diputada del BNG Tereixa Paz ha reducido este jueves la reforma fiscal para los pensionistas retornados a una "operación de cosmética", pues persisten "lagunas" y "deficiencias" por las que quienes perciben una prestación del extranjero no reciben "un trato igualitario" ante Hacienda.

Como prueba de ello, en rueda de prensa, ha apuntado que una persona que cobre 14.000 euros anuales de una pensión española deberá pagar en su declaración de IRPF 714 euros, cifra que asciende hasta los 963 cuando la misma pensión procede de un país extranjero.

Por ello, la nacionalista ha presentado una propuesta de modificación legislativa que resuelva esa "discriminación". "Es de justicia poner fin a la humillación", ha defendido, y ha instado a la Xunta a "definir de qué lado está: si de Rajoy y Montoro o de los pensionistas". "No se puede seguir en la equidistancia mientras abusan de los contribuyentes", ha sentenciado.

Junto con ello, ha denunciado que los emigrantes retornados han sido objeto de "un trato abusivo" por parte de la Agencia Tributaria, como demuestra el hecho de que haya anunciado la devolución de ciertos cobros "indebidos" de intereses. "Les han estado robando", ha subrayado.

En este escenario, Paz Franco ha considerado "una tomadura de pelo" que ahora los afectados deban tramitar las peticiones de devolución, pues "lo lógico", desde su punto de vista, es que la propia Agencia Tributaria realizase los ingresos "de oficio".

Otras "deficiencias"

Además, la parlamentaria del Bloque ha alertado de que la reforma propuesta mantiene "deficiencias", pues no se aclara qué personas deben declarar sus pensiones del exterior, sino que depende de los diferentes convenios bilaterales entre España y otros estados.

Igualmente, no queda clarificado, según ha dicho, si quienes perciben pensiones de invalidez del extranjero deben realizar la declaración de la Renta ni si la Agencia Tributaria va a "asumir" la doctrina judicial en este sentido, que "contraviene la práctica" de este organismo.