Unas 50 personas, convocadas por la Asamblea Antinuclear de Córdoba, de la que forman parte distintos colectivos y organizaciones políticas, han asistido este miércoles a la concentración en memoria de las víctimas de los bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki, que tuvieron lugar los días 6 y 9 de agosto de 1945, y a favor del cierre del cementerio nuclear de El Cabril, en el término de la localidad cordobesa de Hornachuelos.

Con esta concentración, que se repite todos los veranos, la Asamblea Antinuclear de Córdoba recuerda a las más de 220.000 personas que fallecieron en el citado bombardeo, así como llamar la atención sobre el peligro de la energía nuclear.

Así, apuntan que "desde el punto de vista del uso militar de esta energía basta con asomarse al bombardeo de Hiroshima y Nagasaki para valorar la sinrazón de la misma", al tiempo que advierten de que "a este ejemplo deplorable se podría sumar la amenaza que suponen las cabezas nucleares actualmente operativas, cuyo número se estima superior a las 10.000 unidades".

En cuanto al uso civil de esta energía, aluden a los ejemplos de las centrales nucleares de Chernobil y Fukushima, cuyo recuerdo también han estado presente en la concentración, dado que son "ilustrativos de los peligros que encierran".

Al respecto, señalan que "las centrales nucleares, que el PP se empeña en mantener activas, y el tratamiento de los residuos nucleares que generan son también realidades bien conocidas por los cordobeses", ante lo cual recuerdan que "este mismo año el Gobierno ha hecho saber su intención de ampliar la capacidad del cementerio nuclear de El Cabril". Un anuncio que ha suscitado "una sonora respuesta de la sociedad civil" y que ha estado igualmente presente en esta concentración, según señalan desde la organización.