Laredo recupera 22 años después la comparsa de cabezudos en la Batalla de Flores

Quedó destruida en 1992 por una inundación en las instalaciones en las que se guardaba
El alcalde y la edil junto a los cabezudos de la Batalla
El alcalde y la edil junto a los cabezudos de la Batalla
AYTO
El alcalde y la edil junto a los cabezudos de la Batalla

Laredo recuperará este año, 22 después de su última irrupción, su emblemática comparsa de cabezudos en la Batalla de Flores, que se celebra el próximo 29 de agosto en la villa pejina.

El retorno de la comparsa se producirá en la 105 edición de esta fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional. Así, los inolvidables personajes del clown, los dos negritos, el alguacil y la bruja asomarán reforzados por nuevas incorporaciones como el torero, el marinero, el payaso y la panchonera.

Una alineación "de lujo" que comparecerá con una "puesta a punto envidiable" merced al artístico trabajo realizado por el operario municipal Blas Camino, en el taller Moowan.

El anuncio lo ha realizado este miércoles el alcalde de Laredo, Ángel Vega, y la concejal de Turismo y Festejos Laura Recio, responsables directos de que este proyecto esté a punto de hacerse realidad.

Y es que suya fue la encomienda de que volviera a modelarse una comparsa que quedó destruida en 1992 por una inundación en las instalaciones en las que se guardaban.

El archivo fotográfico del propio Blas Camino ha permitido recrear con todo lujo de detalles unos cabezudos que "volverán a motivar divertidas carreras de grandes y pequeños".

Según explica el alcalde, para "rematar" el proyecto quedan por realizar los dos gigantes, que será "el próximo reto que le hemos encargado a Blas", a quien ha felicitado por la "calidad y belleza" de las piezas rematadas en el taller.

El alcalde ha recordado que "antaño en cada fiesta importante se sacaban los cabezudos a la calle. Se oía el cohete, sonaba la música de las peñas y enseguida asomaban los cabezudos, que cumplían de manera eficaz la misión de llenar de ambiente calles y plazas, con los niños huyendo en estampida".

Por su parte, Laura Recio ha destacado que "cada cabezudo llevará un atuendo acorde al personaje que representa, lo que conferirá aún mayor colorido y plasticidad a la comparsa". La edil ha avanzado que "próximamente reclutaremos a los chavales que quieran prestarse voluntarios para enfundarse los trajes y encarnar a los cabezudos".

También ha recordado que hace dos años en la villa pejina hicieron una prueba con los cabezudos que les cedieron en Ramales. "Gustaron mucho y fue cuando decidimos ponernos manos a la obra para tener nuestros propios cabezudos", ha explicado.

Proceso laborioso

Según Blas Camino, tener rematada la comparsa ha requerido un trabajo efectivo de seis meses. En este sentido, ha explicado que el proceso se inicia dibujando a mano alzada cada cabezudo.

A partir de ahí, el artista pejino ha optado por trazarlo en polispán, con el objetivo de que no pesara excesivamente. Tras rebajarlo unos centímetros, se ha modelado en barro. Desde ahí se realiza el molde en escayola, y a partir de ahí se remata en cartón. El pintado final permite conferir a cada cabezudo su característica expresividad.

Blas ha señalado que ya tenía experiencia con la realización de las caretas, lo que le ha servido para "abordar con garantías este reto". Según explica, "lo más complicado ha sido incrementar el volumen".

Respecto a todo el proceso, reconoce que lo que menos le gusta es la parte de la escayola. "A mí me gusta más la parte artística, el modelado en barro y el pintado, que la parte técnica, que es hacer los moldes y preparar el cartón".

Lo ha explicado mientras se disponía a abordar la última fase de acabado de la panchonera, su última aportación a la comparsa, para la que ya tiene nuevas propuestas en marcha.

Como el "Popeye" que no llegará para la Batalla de Flores, pero que estará listo dentro de unas semanas para incrementar "el elenco de personajes que llenarán de encanto los festejos laredanos".

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