Estudiar en el extranjero con una beca Erasmus, además de ser una experiencia enriquecedora a muchos niveles, ayuda después a los jóvenes en el mercado laboral, ya que reduce a la mitad sus probabilidades de estar parados durante un largo periodo de tiempo, según un estudio sobre el programa de la Comisión Europea.

Esta es una de las conclusiones de un estudio de impacto sobre el programa europeo Erasmus para la movilidad de estudiantes y docentes, realizado a partir de entrevistas a unos 57.000 jóvenes, que la Comisión Europea (CE) tiene previsto publicar a finales de septiembre, informaron este sábado fuentes comunitarias.

El informe "demuestra que a los Erasmus les va mejor en el mercado de trabajo" y que "tienen la mitad de probabilidades de ser parados de larga duración en comparación con los (estudiantes) que no van al extranjero", indicaron las fuentes.

Además, aseguran, los jóvenes que disfrutan de este tipo de beca "vuelven a sus países de origen no sólo más seguros y más tolerantes hacia otras culturas, sino también más curiosos, con más posibilidades de resolver problemas, con mejores habilidades organizativas y mayor facilidad para adaptarse de manera rápida a nuevas situaciones".

El informe es el primero que analiza con tanta minuciosidad las repercusiones de salir al extranjero con una beca Erasmus al incluir un mayor número de entrevistados y basar los resultados en una evaluación de los propios participantes, que analizan su comportamiento, actitud y habilidades, antes y después de la experiencia.

De esta manera, "aporta resultados más fiables que otros estudios anteriores", según las fuentes.

Las últimas cifras del programa Erasmus, correspondientes al curso 2012/2013, demuestran que la iniciativa no ha perdido interés con los años sino todo lo contrario, ya que el número de participantes superó los 268.000, un 6% más que el curso anterior, lo que significó un nuevo máximo histórico.

En el caso de los estudiantes españoles, por primera vez en una década se produjo una ligera caída entre 2012 y 2013, pese a lo cual España fue un año más el Estado miembro que más estudiantes envió al extranjero (39.249).

En el curso inmediatamente anterior habían salido a estudiar a otros países de la Unión 39.545 españoles con una beca Erasmus. "El relativamente pequeño descenso puede ser el resultado de factores ligados a la situación económica en España, incluidos los cambios en las disposiciones nacionales de cofinanciación, pero no contamos con evidencias de investigación para confirmar si este es el caso", indicaron las fuentes.

Añadieron que para el año académico 2013-2014 "las autoridades españolas han destinado un nivel similar de cofinanciación para los estudiantes que en 2012-2013, por lo que la CE no espera que se produzca una nueva caída".

De cara a 2014-2015, añadieron las fuentes, "las autoridades españolas han desarrollado un nuevo enfoque destinado a mantener el número de estudiantes Erasmus, a pesar de la difícil situación presupuestaria".

En particular, "han decidido reducir la duración media del periodo en el extranjero, de manera que esté más en línea con la duración media en otros países, es decir, unos seis meses", dijeron. Según la CE, "esto no debería reducir las oportunidades para los estudiantes españoles con menos medios".

En septiembre se estrena el nuevo programa Erasmus+, que durará hasta 2020 y ofrecerá a más de cuatro millones de europeos oportunidades de estudiar, formarse, hacer prácticas laborales y realizar actividades de voluntariado en el extranjero. En términos de presupuesto, Erasmus+ contará con 14.700 millones de euros, un 40% más que el actual programa.

Según las fuentes, el impacto del nuevo presupuesto se producirá a partir de 2016, mientras que en los cursos anteriores será similar al existente en la actualidad.

Sin embargo, en España no se han cubierto las 10.000 becas que Educación tenía previsto conceder para este curso, siendo 8.857 los estudiantes que provisionalmente recibirán esta ayuda,