Bush pide al Congreso que apruebe una gran reforma migratoria

  • Bush quiere mayor seguridad fronteriza, un programa de trabajadores temporales y que las empresas se responsabilicen de las contrataciones.
  • De esta forma quiere solventar el problema de los millones de indocumentados y asegurarse de que su número no aumenta.
El presidente Bush, durante su visita a Yuma, Arizona.
El presidente Bush, durante su visita a Yuma, Arizona.
AP Photo/Gerald Herbert
El presidente Bush, durante su visita a Yuma, Arizona.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, instó el lunes al Congreso a que apruebe este año una reforma migratoria integral, tras destacar los esfuerzos de su gobierno por reforzar la seguridad fronteriza.

"Este problema (de la inmigración ilegal) ha estado creciendo durante décadas y los esfuerzos el pasado para responder al problema han fracasado", dijo Bush durante una gira por el sector fronterizo de Yuma (Arizona).

Tal como había adelantado la Casa Blanca, Bush pidió que se desatasque la reforma migratoria y que entre sus objetivos se incluyan la seguridad fronteriza, un programa de trabajadores temporales y responsabilizar a las empresas por las personas que contraten.

Bush prometió promulgar la ley, sobre la que empezará a trabajarse en mayo, en en cuanto la reciba.

Pero ése es precisamente el reto que afronta Bush, debido a sus enfrentamientos con el Congreso por la guerra en Irak y el despido de ocho fiscales el año pasado.

Además, muchos republicanos insisten en que una reforma migratoria que permita la legalización de indocumentados es sinónimo de "amnistía".

En su búsqueda de equidad y justicia para los indocumentados, por un lado, y de respuestas viables para las necesidades del mercado laboral estadounidense, por otro, el Congreso sigue igual de dividido que el año pasado.

Para salir a flote, cualquier reforma requerirá de al menos 60 votos en el Senado y de una mayoría simple en la Cámara de Representantes.

La presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, intenta que al menos 70 republicanos apoyen la reforma, lo que requerirá la intervención de Bush, según analistas.

Más integración

Con la reforma, Bush quiere dar respuesta al problema de los indocumentados que ya residen en Estados Unidos (alrededor de 12 millones, según las estimaciones) y promover la integración de los inmigrantes a la sociedad estadounidense.

Bush destacó en su intervención los esfuerzos de su gobierno por aumentar los recursos materiales, humanos y financieros para combatir el contrabando de inmigrantes indocumentados (entre los que está el proyecto de construcción de un muro de 1.200 kilómetros de longitud ) y para mejorar el proceso de detención y deportación de quienes cruzan ilegalmente la frontera.

El gobernante estadounidense escogió esta zona de la frontera sur de EEUU para destacar la importancia de aprobar una reforma migratoria completa que además de fortalecer la seguridad fronteriza saque de la sombra a millones de inmigrantes indocumentados.

Es la misma zona a donde, por órdenes suyas, se desplazaron unos 6.000 miembros de la Guardia Nacional en mayo pasado para ayudar en las tareas de vigilancia y capacitación de la Patrulla Fronteriza.

Según Bush, la presencia militar ha surtido efecto ya que "menos personas están intentando cruzar" ilegalmente hacia Estados Unidos por Arizona, mientras que en toda la zona fronteriza los cruces ilegales se han reducido en casi un 30 % este año.

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