El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, realizó este viernes un balance del primer semestre del año antes de irse de vacaciones, y lo hizo comenzando con una cita suya de diciembre, cuando aseguró que el 2012 había sido el año de ajuste, 2013 el de las reformas y 2014 el de la recuperación. "Creo que el primer semestre del año ha confirmado ese pronóstico de manera inapelable".

Para reforzar esta idea, Rajoy apuntó varios datos económicos "sin ánimo de aburrir". De este modo, situó la prima de riesgo "en un nivel desconocido en la reciente historia de España", lo que ha provocado la recuperación de la confianza en los mercados. "Somos fiables y cumplimos con nuestros compromisos". Como la devolución del préstamo para la recapitalización de entidades financieras "antes de tiempo".

Además, destacó que la confianza ha mejorado dentro de España y que se han reducido los intereses por la deuda, permitiendo mejorar la liquidez de las Comunidades Autónomas. "En menos de dos años hemos pasado de una economía al borde de la quiebra y del rescate a ser una de las que más crece de Europa", dijo tras el Consejo de Ministros.

Ante todas estas cifras y el recuerdo de los datos del paro, Rajoy insistió en que la recuperación "es firme y cada vez más intensa", recalcando que no se trata de un "alarde de optimismo injustificado" de este Gobierno, sino que los organismos internacionales apoyan su teoría de que la recuperación "ha llegado para quedarse". El presidente reconoció que estos efectos no han llegado a todos los españoles por la dureza de la crisis, y reiteró que la mejora no es "fruto de la casualidad", sino cifras muy trabajadas. "Ni soy desconocedor de lo que ocurre en mi país ni me falta sensibilidad, pero hay medidas que ningún Gobierno aprueba por capricho", dijo justificando sus actividades.

En un "resumen apresurado de fin de curso", como él calificó, quiso destacar también la intención de pedir a Europa que "tire de la recuperación" con el objetivo de crear empleo, y el comportamiento de la sociedad española durante el proceso de abdicación de Juan Carlos y proclamación de Felipe VI. "Se ha desarrollado de forma impecable en un proceso que se ha llevado a cabo con normalidad institucional casi desconocidas en nuestra historia".

En septiembre, a la vuelta de vacaciones, el Gobierno volverá a revisar al alza las previsiones de crecimiento económico y empleo para 2014 (en la actualidad se prevé un crecimiento del PIB del 1,2% y una tasa de paro del 24,9%). Ha explicado que "las cosas van mejor de lo previsto", y con crecimiento "sano" y "diversificado". El jefe del Ejecutivo ha recordado de hecho que la economía española es una de las que más crece en la eurozona, y que si hace un año se caía a un ritmo del 0,1 % "hoy crecemos con fuerza", y en términos interanuales el avance del PIB en el segundo trimestre ha sido del 1,2 %.

La reunión con Artur Mas ha sido educada y respetuosa, según el presidente del Gobierno. "Le recordé mi posición, que el presidente del Gobierno no va a dar bandazos", destacando en ello el apoyo que tiene de las Cortes Generales y de las fuerzas políticas, "particularmente la del PSOE".

Por tanto, Rajoy destacó que le había comunicado al president de la Generalitat que "ley sí, pero diálogo también". Espera que Mas cumpla su promesa de que el 9 de noviembre, fecha de la consulta, no haga nada ilegal.

"Las instituciones están funcionando y la Justicia está funcionando en nuestro país, y es algo que no se puede negar", dijo al ser preguntado por el caso de sobresueldos en el Partido Popular. "Muchos de los que nombran, ya no están en política", añadió. "A los políticos nos toca hacer lo posible y lo imposible para que esa situación no se vuelva a dar nunca más".

"Lo razonable y sensato es tener una relación correcta entre el presidente del Gobierno y el líder del principal partido de la oposición. La tuve con Rubalcaba y nada malo se produce para el conjunto de los ciudadanos, al contrario", explicó en la rueda de prensa. Para el acuerdo pidió temas imprescindibles como el modelo de estado. "En el tema de Cataluña el señor Sánchez ha manifestado que está en contra del referéndum del 9 de noviembre. Ahí estoy muy tranquilo", destacó. "También son importantes los temas europeos y en la política de Defensa".

Rajoy celebró el modelo español que permite resultados como los de las pasadas elecciones europeas, donde PP y PSOE perdieron confianza en beneficio de partidos minoritarios como Podemos. “Es el modelo que existe en los países con mayor nivel de bienestar”, aseguró. “Nosotros tenemos que hacer un esfuerzo para recuperar la confianza de muchas personas”.

"La alternativa que tenía el Gobierno era dejar las entidades quebrar. ¿Quién se hubiese hecho cargo de los ahorros, de las pensiones, de los fondos de inversión o de los trabajadores de Bankia, Bancaja, Caixa Galicia y Caixa Catalunya?", explicó el jefe del Ejecutivo. "Hemos dado viabilidad a unas entidades con condiciones muy difíciles. Es la opción más barata y la mejor para la mayoría de los españoles".

"Mi prioridad y la de cualquier persona decente es un alto el fuego que se respete ya, y que se termine ese drama humanitario. Todos los esfuerzos de la comunidad internacional deben dedicarse exclusivamente a eso, y ambas partes deberían hacer caso. Esto no se va a solucionar nunca hasta que no llegue una solución política, que solo llegará con dos estados en paz y seguridad".

Ha avanzado su intención de agotar la legislatura y de no hacer cambios en el Gobierno. El jefe del Ejecutivo ha sido preguntado en concreto por estos dos asuntos a los que ha respondido de forma escueta: "¿Voy a agotar la legislatura? Sí, ¿Cambios en el Gobierno?, no", ha asegurado.

"He dicho en innumerables ocasiones, y creo que es una posición que comparte la inmensa mayoría de los españoles, que ETA lo que tiene que hacer es disolverse y punto", ha dicho. A continuación, Rajoy ha insistido en que eso es "lo que tiene que hacer y mientras eso no sea así seguirá siendo lo que es: una organización terrorista que no se ha disuelto, eso es exactamente lo que es". "Creo que no merece la pena entrar en más consideraciones ni decir una sola palabra más sobre este asunto", ha concluido el presidente en su contestación a la pregunta de un periodista sobre ETA.