Este tipo de instalaciones reducen la mortalidad y las secuelas de los infartos cerebrales.

El Servet atiende cada año a una media de 750 casos de Ictus. En 2004 se puso en marcha el Proceso Específico para la Asistencia del Ictus, lo que supuso reorganizar y mejorar la atención al paciente. El objetivo de estas medidas es tratar de atajar cuanto antes el infarto con el fin de evitar muertes y problemas posteriores.

El ictus es un trastorno brusco de la circulación cerebral que altera la función de una determinada región del cerebro. Se produce cuando una arteria se obstruye por un coágulo (trombosis y embolia) o se rompe, dando lugar a una hemorragia cerebral.