Durante la semana posterior a la inauguración aún había tajo para los operarios: un par de ellos dentro de una zanja, otro transportando una estructura metálica, un jardinero llevando plantas todavía enfundadas en plásticos a la espera de lugar donde echar raíces, maquinaria pesada en zona peatonal...

En el lateral sur del Parque emergen dos cables de electricidad en mitad de un bonito conjunto vegetal. Una pedazo de cinta de obra sigue atada a un arbusto cercano al Paseo de los Curas y la plaza de La Marina.

La renovación de los jardines no ha alcanzado a los hitos de piedra que informan de las especies vegetales: son los mismos, muchos apenas han sido limpiados o repintados y alguno conserva aún los desperfectos previos a los 14 meses de esta obra.

El inaccesible escenario del Ocón

El escenario para espectáculos Eduardo Ocón es accesible a medias para alguien en silla de ruedas. Podrá estar en el graderío, pero no ser protagonista sobre el escenario, ya que se accede mediante escaleras y no por rampas. Además, los jardines del lateral norte del Parque también tienen déficit de accesibilidad: sillas de ruedas –o carritos de bebé, por ejemplo– podrán entrar sin problemas desde el paseo, pero hay escalones en el extremo más próximo a Cortina del Muelle.