La Sindicatura de Comptes aprueba sus nuevas normas de fiscalización para reforzar el control de riesgos

El Consell de la Sindicatura de Comptes de la Comunitat Valenciana ha aprobado y publicado sus nuevas normas de fiscalización, adaptadas a las normas técnicas internacionales (ISSAI-ES). De esta forma, la Sindicatura es una de las primeras instituciones de control externo que toma esta decisión, después de que el conjunto de los órganos de control autonómicos y el Tribunal de Cuentas acordaran este cambio normativo, que persigue homologar la fiscalización pública.
Fachada De La Sede De La Sindicatura De Comptes
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SINDICATURA DE COMPTES
Fachada De La Sede De La Sindicatura De Comptes

El Consell de la Sindicatura de Comptes de la Comunitat Valenciana ha aprobado y publicado sus nuevas normas de fiscalización, adaptadas a las normas técnicas internacionales (ISSAI-ES). De esta forma, la Sindicatura es una de las primeras instituciones de control externo que toma esta decisión, después de que el conjunto de los órganos de control autonómicos y el Tribunal de Cuentas acordaran este cambio normativo, que persigue homologar la fiscalización pública.

La Síndicatura ha explicado en un comunicado que las nuevas normas van en línea de las que hasta ahora regían su actuación, a través de su Manual de Fiscalización, que le han permitido la aprobación de informes inmediatos y puntuales que recogen, en general, las infracciones o deficiencias en la gestión pública observadas en las fiscalizaciones, así como la formulación de las correspondientes recomendaciones para la subsanación y mejora de la actividad de la Administración Pública valenciana, tal como exige la Ley de creación de la Sindicatura.

Las nuevas normas profundizan en el enfoque de auditoría basado en el análisis de los riesgos derivados tanto de la aplicación incorrecta de las normas contables y presupuestarias como del incumplimiento de normativa relevante en la gestión de los fondos públicos.

Este análisis de los riesgos permitirá al auditor seleccionar los procedimientos de auditoría más adecuados para alcanzar los objetivos de la fiscalización y detectar las incorrecciones significativas debidas a fraude o error.

También destaca un cambio terminológico, ya que las nuevas normas sustituyen el término "irregularidad" por "fraude" que resulta "mucho más explícito". Aunque el fraude es un concepto jurídico de gran amplitud, dos tipos de incorrecciones intencionadas son relevantes para el auditor: las que resultan de una información financiera fraudulenta y las que resultan de una apropiación indebida de activos, ha manifestado la entidad.

Según la ISSAI-ES 200, las áreas en las que los auditores deberán estar alerta a los riesgos de fraude pueden incluir las contrataciones públicas, las subvenciones, las privatizaciones, el falseamiento de resultados o de información y el mal uso de la autoridad.

Además de recalcar la importancia de mantener una comunicación continúa con los entes fiscalizados, las normas ISSAI-ES insisten en "la importancia de comunicar los informes a las partes interesadas, a otros responsables de la gestión y al público en general".

Además señalan que los informes deben ser "fáciles de comprender, estar libres de vaguedades o ambigüedades y ser completos. Deben ser equilibrados, sin sesgos y objetivos, incluir solamente información que esté sustentada por evidencia de auditoría suficiente y adecuada, y garantizar que los hallazgos se sitúen en perspectiva y dentro de contexto".

Esta adaptación de las normas a las aprobadas por la Organización Internacional de Entidades Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI) impulsará una convergencia en los métodos y prácticas de trabajo de los órganos de control externo, dando más confianza y credibilidad a la función fiscalizadora. Esto conllevará "una mejor percepción respecto al valor y beneficio del trabajo de control externo y una fiscalización más eficaz de los recursos públicos en todos los ámbitos", ha asegurado.

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