Aumenta el número de llamadas al teléfono de la anorexia

Cada día diez personas utilizan este servicio, la mayoría de ellas son mujeres. Una psicóloga informa y asesora a los usuarios.
Hace ya siete años que el teléfono de información y ayuda sobre trastornos alimentarios recibe llamadas en Vigo. Su aparición se debe a la iniciativa de la Asociación de Bulimia y Anorexia de Pontevedra (ABAP) para «tratar de responder a uno de los graves problemas de la sociedad actual», explica Marián García, psicóloga y directora de esta asociación.Cada día, este servicio atiende alrededor de diez consultas. «Han aumentado mucho desde los inicios», asegura García. La mayoría de ellas las realizan mujeres, aunque «casi nunca» el asesoramiento es solicitado por la persona que padece una enfermedad relacionada con los trastornos alimentarios.

Con los años, el perfil de usuarios ha variado bastante. «Antes llamaban madres, personal de centros escolares o asistentes sociales. Ahora utilizan el sevicio también personas más cercanas: familiares, amigos, etcétera. Por su parte, los hombres suelen llamar cuando son la pareja de una persona que sufre anorexia o bulimia», comenta Marián.

El nivel de llamadas varía a lo largo del año, aunque quizá sea con la inmediatez de la llegada del verano cuando aparecen más casos, sobre todo entre los jóvenes.

«Desde los centros escolares nos llaman mucho para ver qué hacer, dónde acudir o solicitar una cita de valoración de algún adolescente que creen que está manifestando síntomas», asegura la directora de la asociación. Una psicóloga especializada en trastornos alimentarios atiende siempre el teléfono (986 436 541) que está en funcionamiento de lunes a viernes de 9.30 a 13.30 horas, y de 15.30 a 20.30 horas.

Servicios

En Vigo, un enfermo de anorexia o bulimia puede recibir tratamiento terapéutico desde la asociación, que cuenta con cuatro psicólogos y dos nutricionistas. Si los pacientes necesitan medicación, son derivados al Meixoeiro, donde hay una psiquiatra especialista en estos temas.

La única unidad de internamiento se encuentra en Santiago y dispone solamente de cinco camas.

Siguen esperando

La Xunta cedió un local hace casi dos años a la ABAP para crear un centro de día. Las obras deberían haber comenzado en diciembre de 2006, pero la cerradura del local de obra fue cambiada sin explicación alguna, dejando a más de 350 usuarios sin centro. «La Diputación ha prometido ayudarnos, pero necesitamos el compromiso de la Xunta», dice Marián.

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