Matas elige la prisión de Segovia porque apenas tiene lista de espera para pedir el tercer grado

  • La cárcel de Segovia tenía, a 1 de julio de 2014, solo nueve internos pendientes de clasificación penitenciaria.
  • Esto permitiría a Matas, según fuentes penitenciarias, conseguir el tercer grado (dormir en un CIS) en muy poco tiempo
  • Seguiría así el ejemplo de Ángel Carromero, que también ingresó en Segovia y a las dos semanas tenía concedido el tercer grado.
  • Segovia es además una prisión moderna, con buenas instalaciones, con solo 357 internos, la mayoría en segundo grado (menos peligrosos).
  • La abogada de Matas asegura que no entra en sus planes pedir el tercer grado, "pero es una posibilidad".
Imagen capturada de un vídeo facilitado por 'El Norte de Castilla' del expresidente del Gobierno balear Jaume Matas y exministro de Medio Ambiente Jaume Matas en el momento de ingresar en la prisión provincial de Segovia.
Imagen capturada de un vídeo facilitado por 'El Norte de Castilla' del expresidente del Gobierno balear Jaume Matas y exministro de Medio Ambiente Jaume Matas en el momento de ingresar en la prisión provincial de Segovia.
EFE
Imagen capturada de un vídeo facilitado por 'El Norte de Castilla' del expresidente del Gobierno balear Jaume Matas y exministro de Medio Ambiente Jaume Matas en el momento de ingresar en la prisión provincial de Segovia.

Jaume Matas ingresó este lunes por la tarde en la moderna prisión de Segovia. Con ropa deportiva y dos bolsas como único equipaje, pasó la primera noche en una celda del módulo de ingresos, acompañado por un preso de confianza. Matas, como cualquier ciudadano condenado a cárcel por sentencia firme, puede elegir la prisión en la que cumplir su condena, que en su caso es de nueve meses por varios delitos de fraude a la Administración, falsedad de documento oficial y mercantil, malversación y tráfico de influencias. Lo lógico es que el exministro del PP y el expresidente balear hubiera elegido un centro penitenciario madrileño, ya que reside en la capital. Pero ha elegido el de Segovia, situado en el municipio de Torredondo. ¿Por qué? Según han explicado fuentes penitenciarias a 20minutos, la Junta de Tratamiento de la prisión sólo tenía que estudiar, a fecha 1 de julio, nueve casos de reclusos sin clasificar.

Es decir, que Matas solo tiene por delante de su caso otros nueve, una lista de espera tan reducida que agilizará su clasificación penitenciaria y su posible petición de tercer grado. Esta misma lista de espera, por ejemplo, en los centros penitenciarios de Madrid es mucho mayor, 50 veces mayor, según las mismas fuentes, por lo que si Matas hubiera decidido ingresar en una prisión madrileña su petición tardaría muchas semanas en estudiarse. Estas fuentes aseguran, "sin riesgo" a equivocarse, "que si Matas pidiera en breve el tercer grado lo tendría en el mismo mes de agosto, y sería trasladado a un CIS (Centro de Inserción Social) de Madrid para cumplir allí su pena, donde solo iría a dormir". Matas seguiría así el ejemplo de Ángel Carromero, el dirigente del Nuevas Generaciones del PP de Madrid que fue condenado en Cuba a cuatro años de cárcel por el accidente de tráfico que costó la vida en julio de 2012 a dos disidentes anticastristas. Carromero fue repatriado a España el 29 de diciembre de 2012, ingresó entonces en Segovia para cumplir su condena y en solo dos semanas obtuvo el tercer grado. Luego en febrero de 2013, Instituciones Penitenciarias le concedió el control telemático, lo que ya incluso le permitía dormir en su casa y no en el Centro de Inserción Social (CIS).

En un principio, la baja condena de Matas, nueve meses, permite su clasificación en tercer grado. Pero también hacen falta otros condicionantes, según la Ley General Penitenciaria. Por ejemplo, "que el penado haya satisfecho la responsabilidad civil derivada del delito, reparar el daño e indemnizar los perjuicios materiales y morales; las condiciones personales y patrimoniales del culpable", es decir, si tiene arraigo familiar y trabajo. También, "la estimación del enriquecimiento que el culpable hubiera obtenido por la comisión del delito y, en su caso, el daño o entorpecimiento producido al servicio público, así como la naturaleza de los daños y perjuicios causados por el delito, el número de perjudicados y su condición".

La abogada de Matas, Pilar Gómez Pavón, explica a este diario que lo primero que van a hacer "es esperar la clasificación de mi defendido y ver lo que dice la Junta de Tratamiento". Gómez Pavón señala que seguramente será clasificado en segundo grado y que la petición de tercer grado no entra en sus planes pero es una posibilidad. Matas, como preso primario (su primera condena) está separado de los reincidentes. A 25 de julio de 2014, la prisión de Segovia contaba con 357 internos, de los que 31 son preventivos y el resto penados. La mayoría, casi 300, están clasificados en segundo grado.

Buenas instalaciones y baja ocupación

La cárcel de Segovia, situada a seis kilómetros de la ciudad, es una de las más modernas de España. Construida en el año 2000 tiene 439 celdas, más que internos, un caso poco común en el panorama penitenciario español, con importantes tasas de hacinamiento en otras cárceles. El centro cuenta con zonas verdes, talleres de teatro, cine, música, prensa, pintura y de animación a la lectura, y acoge cada año un campeonato de fútbol con la colaboración de la Fundación del Real Madrid. Sus relativamente nuevas instalaciones y el bajo nivel de ocupación son seguramente otras de las causas que han motivado a Matas a elegir este centro. Aunque también es cierto que Matas tiene actualmente algunos problemas de salud en sus oídos, que requieren un tratamiento que será más sencillo en un centro pequeño y con pocos reclusos como es el de Segovia.

Una de las celdas de la prisión de Segovia, donde está encarcelado Jaume Matas.

Matas fue condenado por la contratación irregular y el pago de subvenciones al veterano periodista Antonio Alemany. En total, 483.186 euros. Alemany también está condenado a dos años y tres meses de reclusión. Este está autorizado a ingresar en prisión el próximo 1 de septiembre. Matas tiene otra pena por otro caso, una multa de 9.000 euros por un cohecho de 41.000 euros, que no es firme. Está implicado en otra veintena de causas, la mayoría forman parte de las 26 piezas en las que se ha separado el 'caso Palma Arena'. Su abogada cree que el siguiente juicio que afrontará, el 'caso Noós', ya lo hará fuera de la cárcel. Bajo el mandato de Matas, el Ejecutivo autonómico encargó al Instituto Nóos la organización de dos foros sobre turismo y deporte por los que la empresa de Urdangarin se embolsó unos 2,3 millones de euros entre 2005 y 2006.

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