El 59 por ciento de los navarros ha recibido en su casa en alguna ocasión una visita de un comercial de una empresa eléctrica, según revela una encuesta encargada por la asociación de consumidores de Navarra Irache. En las localidades más pequeñas es donde se reciben menos visitas, mientras que en las de más de 5.000 habitantes son más habituales.

Como consecuencia de estas visitas, ha remarcado Irache, "en numerosas ocasiones los consumidores acaban firmando contratos de electricidad que no comprenden bien qué significan o a qué les comprometen".

Según ha detallado, muchos de estos contratos cuentan además con servicios vinculados, como los de urgencias o protección de pagos, que el consumidor no necesita para que se le suministre electricidad. Así, los consumidores pueden acabar pagando más de 100 euros al año, sin entrar a valorar su conveniencia o calidad.

Irache ha explicado que algunos de los consumidores que aceptaron firmar estos contratos dicen que el comercial les aseguró que continuarían en la misma compañía, y que sólo pretendían fidelizarles como clientes con unos descuentos. Sin embargo, los consumidores, con su firma, habían cambiado de tarifa, y aceptado un contrato nuevo, con nuevas condiciones, con otra compañía.

Entre los afectados, algunos se dan cuenta meses después de que las tarifas que se les está cobrando no se corresponden con el descuento prometido. En muchas ocasiones, los consumidores dicen que se les aseguró una rebaja total por todos los conceptos, que en realidad sólo se aplica al término fijo, que supone una parte menor de la factura, por lo que el abaratamiento, si se da, es considerablemente menor.

La asociación de consumidores de Navarra ha explicado que las ofertas gratuitas de ciertos servicios o tarifas reducidas tienen una duración limitada, que en muchas ocasiones no se comunica en la contratación, por lo que pasado unos meses o un año, aumenta el coste de los servicios, para sorpresa del consumidor.

Por otro lado, a pesar de que buena parte de los comerciales aseguran que en cualquier momento el consumidor podrá cambiar de compañía, algunos contratos están incluyendo unas discutibles cláusulas de permanencia de hasta 60 euros en caso de que no se cumpla el año de contrato.

Hay incluso casos más extremos en los que algunos consumidores se han encontrado con anuncios en los portales en los que se comunica que un agente pasará por su domicilio para "verificar" las facturas de luz, cuando en realidad lo que sucede es que un comercial visitará las viviendas de la comunidad para tratar de lograr nuevos clientes.

Ante este tipo de situaciones, Irache recomienda no firmar nada en el momento, pedir todas las explicaciones necesarias y estudiar detenidamente las ofertas y no tenga prisa. En el caso de firmar el contrato, se aconseja solicitar las condiciones por escrito y conservar la copia del contrato.