La renovada (y reservada) irlandesa Sinéad O'Connor

  • La artista acaba de lanzar 'I'm not bossy, I'm the boss', un álbum con doce cortes de amor y una carátula en la que muestra un aspecto muy distinto al habitual.
  • Harta de polémicas, Sinéad O'Connor esgrime hoy un discurso más contenido y muestra su voluntad de centrarse exclusivamente en su trabajo musical.
La nueva imagen de la cantante irlandesa Sinéad O'connor.
La nueva imagen de la cantante irlandesa Sinéad O'connor.
Nettwerk Productions
La nueva imagen de la cantante irlandesa Sinéad O'connor.

La primera sorpresa llega con sus fotos promocionales. A sus 47 años, Sinéad O'connor, aquella cantante rasurada y profunda que cautivó al público en 1989 con un videoclip (Nothing compares to you) lleno de miradas añiles y doloridas (también la misma  que provocó la ira de los colectivos católicos al romper públicamente una foto del Papa Juan Pablo II o la que, en la última década, ha lucido con orgullo canas, gafas y camisetas deportivas),  posa hoy encuerada, con peluca de corte bob, la boca sensualmente semiabierta y una delgadez adolescente.

Tampoco deja indiferente la lista de requerimientos  que sus agentes de prensa hacen llegar a los reporteros que desean entrevistarla: no se admiten preguntas sobre su pasado ("solo presente, el pasado no existe", especifican) ni ninguna otra de índole personal; mucho menos sobre su "enfermedad mental".  Incluso Miley Cyrus, que protagonizó recientemente un desencuentro con la artista, figura entre los puntos vetados. "Quiero hablar de música, no me interesa emplear 30 minutos en opinar sobre alguien de quien no me apetece hablar", explica al otro lado del teléfono la cantante irlandesa, que acaba de lanzar su álbum I'm not bossy, I'm the boss.

Antes de repasar sus nuevas canciones, accede a comentar la imagen explosiva que muestra en la carátula de su último CD y que, confiesa, no es demasiado fiel a la realidad, "está retocada": "Sabía que con esa fotografía lograría llamar la atención sobre mi trabajo. Se trata de una técnica publicitaria y funciona. Así es como funciona hoy el mundo", señala. Pero hay más: con esa apariencia O'connor pretendía escribir un antes y un después (¿ tal vez pasar página de unas polémicas que un día ensombrecieron su trabajo?) y presentar unas canciones distintas a las habituales, inspiradas en mujeres que van "desde la romántica a la guerrera" y que, en su totalidad, hablan de amor.

Porque "todo es amor", afirma. Y ella ama "a todo el mundo", añade fiel a la vertiente espiritual que en 2007 la hizo componer el disco Theology y que la ha acercado a religiones como la rastafari o a corrientes católicas independientes.

Pese a que el single de su último álbum se titula Take me to church (Llévame a la iglesia), O'Connor asegura que este no se refiere a la institución religiosa, sobre la que en esta ocasión prefiere no emitir comentarios. En realidad versa sobre "el matrimonio y constituye un debate romántico".

El resto de canciones están protagonizadas por mujeres que precisan a un hombre para sentirse fuertes (How about I be me) o sobre otras que poseen un corazón libre (Kisses like me), entre las que la propia Sinéad se incluye.

También hay novedades en cuanto al sonido. Es notoria su incursión en los ritmos tradicionales americanos.  Se trata del resultado de haber escuchado "de forma compulsiva" y durante dos años y medio composiciones de blues y funky, y a artistas como Elmore James o Magic Sam. "Casi toda la música que conocemos proviene de América y del blues. Estoy contenta de haber sido consciente de esto. Todo lo que he escuchado en mucho tiempo viene de Chicago, no he escuchado otra cosa", reflexiona.

Solo entre líneas aún se puede encontrar en sus composiciones alguna pulla contra aquellos asuntos con los que en el pasado arremetió e inspiró titulares. Como en Eight good reasons, donde hace alusión a la industria musical. "Quienes trabajan en el negocio son lo opuesto a la música, solo están ahí por el dinero. Por naturaleza, soy alérgica a eso", concluye antes de dejar vislumbrar su singular sentido del humor cuando revela qué sueño le gustaría que se cumpliera: "Es fácil, que los actores Robert Downey JR y Dave Hell se prestaran a ser mis maridos para siempre, los dos a la vez".

Biografía

Nació en Dublín en 1966. Se dio a conocer a finales de los ochenta con su álbum The lion and the cobra, aunque sería en 1990 cuando obtuvo fama internacional gracias al tema 'Nothing compares to you', compuesto por Prince. Desde entonces, ha publicado una decena de discos (él último es I'm not bossy, I 'm the boss). Su vida artística se ha visto oscurecida por las polémicas, como el revuelo que provocó en 1992 al romper ante las cámaras una foto del papa Juan Pablo II como protesta contra los casos de pederastia ocurridos en la iglesia o su negativa a tocar en un concierto en el que previamente había sonado el himno nacional de Estados Unidos. También su búsqueda pública, en 2011, de un marido "hambriento de sexo", peludo y que contemplara el sexo anal.

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