Jaume Matas ya está en prisión. El exministro del PP y expresidente del Gobierno balear ha ingresado este lunes en la cárcel de Segovia, incapaz de dilatar en el tiempo lo inevitable desde que el 19 de marzo de 2012 fuera condenado por la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca a penas que sumaban seis años de prisión por los delitos de fraude a la Administración, falsedad de documento oficial y mercantil, malversación y tráfico de influencias. Luego el Supremo rebajó la pena a nueves meses. Y eso que el político balear, "un ejemplo" para Mariano Rajoy, lo ha intentado todo para frenar su encarcelación. Sus últimos cartuchos resultaron ser de fogueo cuando el miércoles 23 de julio la Audiencia de Palma rechazó los últimos dos recursos presentados por sus abogados. Se trataba de una segunda petición de indulto (el primero fue rechazado por el Gobierno el 11 de julio) y otro en el que alegaba que el Tribunal Constitucional debía pronunciarse aún sobre la petición de amparo que planteó.

No le ha servido de nada. Este doble rechazo por parte de la Audiencia puso en marcha el reloj. El 18 de julio, la Audiencia de Palma ordenó el encarcelamiento de Matas en un plazo de cinco días que empezarían a contar cuando al condenado se le comunicara la medida. La Audiencia de Palma comunicó el auto de encarcelamiento a la Audiencia Provincial de Madrid, donde reside Matas. Y esta le dio traslado a Matas el pasado 25 de julio. El siguiente trámite era que Matas se pasara por la sede de la Audiencia de Madrid a recoger el exhorto, algo que hizo antes de lo previsto, ya que el abogado del expresidente balear informó este mismo lunes que ingresaría en prisión a lo largo de la semana.

Matas fue condenado por la contratación irregular y el pago de subvenciones al veterano periodista Antonio Alemany. En total, 483.186 euros. El tribunal dictaminó que Matas y Alemany (exdirector del Diario de Barcelona, del Diario de Mallorca, del semanario Opinión y de El Día de Balears) acordaron tras las elecciones autonómicas de 2003 que el periodista elaborase los discursos del político, entre ellos el de su investidura, cuando todavía no podía pagarle con fondos públicos porque no había accedido al poder. ¿Cómo se efectuaron esos pagos? El expresidente pidió la ayuda del publicista Miguel Romero (también condenado), quien se encargaba de las campañas del PP. La empresa de Romero, Nimbus, ganó un concurso que fue amañado y efectuaría los pagos a Alemany (unos 4.600 euros al mes). Más tarde llegaron subvenciones a la Agencia Balear de Noticias S.L, propiedad de Alemany. El tribunal también dictaminó que Matas pagó 11.500 euros a Alemany por unos reportajes deportivos que al parecer nunca aparecieron.

Esta es la segunda condena a Matas dentro de las 26 piezas en las que se ha separado el 'caso Palma Arena'. En diciembre de 2013, la Audiencia de Palma le condenó a pagar una multa de 9.000 euros por presionar a un hotelero para que pagara a su esposa 42.000 euros por un trabajo ficticio. El ingreso en prisión de Matas, al que se sumará también en breve el expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, condenado a cuatro años, eleva a doce el número de expolíticos del PP encarcelados. Obviamente el más famoso y mediático es el extesorero del PP y exsenador Luis Bárcenas. Matas fue siete años jefe del Gobierno autonómico balear. Y Baleares es una de las comunidades españolas con más políticos encarcelados por corrupción, más de 20.

Matas tiene todavía pendientes una veintena de causas más por corrupción, ya que está salpicado en muchas de las piezas en las que ha derivado el 'caso Palma Arena'. Quizás la más mediática es el 'caso Nóos', por el que se sentará en el banquillo de los acusados junto a Iñaki Urdangarin. Bajo el mandato de Matas, el Ejecutivo autonómico encargó al Instituto Nóos la organización de dos foros sobre turismo y deporte por los que la empresa de Urdangarín se embolsó unos 2,3 millones de euros entre 2005 y 2006. Matas también está imputado en 'el caso Over', la supuesta financiación irregular del PP. En este caso se investigan las contrataciones del Gobierno balear presidido por Matas a la empresa Over Marketing por un valor total de 3,5 millones, trabajos que supuestamente estuvieron amañados o se justificaron con facturas falsas o infladas y que, según sospecha la Fiscalía, eran en realidad una manera de pagar a la empresa con dinero público sus labores para el PP balear.

La siguiente cita judicial de Matas, la tercera ya, que afrontará desde la cárcel, es otra pieza del Palma Arena, en la que está acusado de malversar, supuestamente, 108.000 euros públicos en el pago al empresario y exconcejal del PP, Jesús García Oeo, que justificó trabajos ficticios con facturas falsas. Este pago se produjo para compensar al empresario (contra el criterio de los servicios jurídicos) por la rescisión de un servicio público. Esta pieza, una de las 26 del 'caso Palma Arena' surgió gracias a la confesión de un arrepentido, el que fue director general de la Juventud Juan Francisco Gálvez.

Otras de las causas más llamativas contra él es la de su palacete de Palma, un inmueble de 597 metros cuadrados, repartidos en 13 habitaciones, ubicado en la calle San Felio de Palma. Matas tendrá que justificar cómo pagó unos 980.000 euros por una casa que estaba tasada en 2,4 millones. Una investigación policial y judicial que fue bautizada como 'Operación Buckingham' y que desveló un trepidante tren de vida con viajes y caros regalos incompatibles con sus sueldos públicos de exministro y expresidente balear