Jornadas largas y salarios bajos para los inmigrantes

En la provincia, la mayoría trabajan en sectores como la ganadería y la construcción sin llegar a cobrar 600 euros por empleos de más de diez horas.
La sobreexplotación laboral de los inmigrantes es uno de los caballos de batalla a los que debe enfrentarse la provincia, según una investigación elaborada por la Universidad de Valladolid y Cruz Roja en la comarca de Tierra de Campos, basada en entrevistas personales realizadas a lo largo de dos años en los centros de acción social.La llegada de extranjeros frena la despoblación y permite no perder servicios, ya que hay municipios donde llegan a ser el 28%. «¿Qué habría sido de Mayorga sin ellos», se pregunta el estudio.

Para compensar

Tierra de Campos ha perdido 150 habitantes en dos años, no llegan a 10.000, mientras que el número de inmigrantes se ha duplicado en ese mismo periodo y representan el 10%, porcentaje similar al de las grandes urbes europeas.

Aunque no hay discriminación y los inmigrantes se encuentran a gusto, la investigación arroja que el 80% trabaja más de ocho horas al día, de los cuales, un 20% lo hace más de 12 horas y para ganar salarios que el 15% de las veces no llega a 400 euros, el 35% no supera los 600 y sólo un 39% cobra 800 euros.

La ocupación mayoritaria de los nuevos vecinos son las granjas ganaderas, donde trabajan el 44%, mientras que la construcción, la hostelería o el servicio doméstico les da empleo, aunque en menor medida.

A la pregunta de: ¿qué necesitas?, casi un 40% respondió que mejor trabajo, mientras que un 14% echó en falta más gente en los pueblos, casi un 10% se quejó de las condiciones en las que se encontraban sus viviendas y en torno a un 8% apostó por tener más diversión y mejor transporte.

¿Por qué vienen?

Efecto llamada. Familiares y amigos son un reclamo y una ayuda.

Salario. Más altos que los de sus países de origen, en comparación. Suponen el triple de lo que reciben allí.

Tipo de trabajo. No cualificado, no hace falta dominar la lengua ni tener habilidades.

Escaso control. Lejos de la capital es más fácil vivir sin papeles, sin el control administrativo.

Fácil integración. Al haber menos habitantes es más fácil la inserción.

Posibilidad de mejora. Hay acceso a la sanidad, a la educación y a otras mejoras sociales.

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