El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil ha recuperado este lunes el cadáver del submarinista que murió este fin de semana en la cueva Els Arquets de L'Estartit (Girona), cuando quedó atrapado junto con otro buceador.

Fuentes de la Guardia Civil han confirmado a Europa Press que una decena de agentes del GEAS se han sumergido —antes de las 11 horas— dentro de la cueva y a las 12.30 horas han salido al exterior con el cuerpo sin vida del submarinista.

El cadáver se trasladará a Girona, donde se prevé que este martes se practique la autopsia al hombre fallecido —de 63 años y vecino de la provincia de Barcelona— para poder determinar las causas de su muerte.

El buceador formaba parte de un grupo de tres submarinistas que el sábado por la mañana se sumergió en la cueva Els Arquets de L'Estartit, donde dos de ellos quedaron atrapados mientras que el tercero pudo salir a la superficie y avisar al patrón del barco y posteriormente a la Guardia Civil.

La cavidad, de gran complejidad, solo había sido explorada en sus 40 primeros metros, y a partir de esa distancia se desconocía su configuración.

Los agentes del GEAS consiguieron este domingo rescatar con vida a uno de los buceadores, que se salvó después de estar todo un día respirando gracias a una bolsa de aire que halló en la parte final de la cueva, donde se encontraba.

Este submarinista, de 53 años y también vecino de Barcelona, se recupera favorablemente en el Hospital Josep Trueta de Girona tras ser encontrado en estado muy crítico.

El hombre, que fue localizado a las 12.05 horas del domingo a unos 80 metros de la entrada de la cavidad, había sobrevivido durante 30 horas gracias a una pequeña burbuja de aire.

Grave hipotermia

No obstante, presentaba una grave hipotermia, dificultad para respirar, intoxicación por anhídrico carbónico, deshidratación, desorientación y agitación, y para paliar la hipotermia los agentes improvisaron en la propia burbuja de aire de la cavidad un colchón con compensadores de flotabilidad para evitar el contacto con el agua.

Desde que lo localizaron, hasta que pudieron sacarle de la cueva, cuatro horas y veinte minutos después, los buceadores de la Guardia Civil hicieron 14 inmersiones para suministrarle tratamiento y oxígeno.

Un buceador profesional amigo personal de la víctima tuvo que bajar a la cueva para convencerle de salir porque el hombre se mostraba reticente a volver a recorrer el túnel pese a que lo iba a hacer acompañado de la Guardia Civil.

Mientras, la Guardia Civil no ha podido extraer hasta este lunes el cadáver del buceador fallecido, dado que la mala visibilidad y la tormenta del domingo imposibilitaron la tarea de recuperación del cuerpo.