En los últimos tres años mataron un millón. Es una pequeña reducción, pero ahora se matan muchas más focas que en los años setenta y ochenta, cuando empezaron las protestas. El deshielo ya ha causado, además, la muerte de miles de focas de corta edad.

¿Por qué Canadá sigue respaldando la caza y facilitando la labor de los cazadores?

Porque hay elecciones estatales. El Gobierno busca los votos de los pescadores y sabe que en el este de Canadá la pesca hace ganar votos.

¿Cómo intentan frenarla?

Primero, con el trabajo de documentación. El Gobierno no nos ha dejado acceder a la zona sur, pero el miércoles estaremos filmando y transmitiendo al mundo las matanzas que se produzcan en la zona norte. También animamos al boicot de los productos pesqueros canadienses e intentamos que los distintos Gobiernos y organizaciones prohíban la importación de los productos derivados de las focas. Bélgica ya ha hecho efectiva la prohibición y esperamos que pronto lo hagan el resto de países de la UE.

¿Han sido alguna vez amenazados por los cazadores?

Todos los años recibimos todo tipo de intimidaciones y amenazas. Somos conscientes de que somos los ojos del mundo en este tema y nada podrá frenarnos a la hora de proseguir nuestra tarea.

¿Por qué se matan focas tan pequeñas?

Porque su piel está intacta y es más valiosa. Y porque son las más fáciles de matar.

¿Qué opina del argumento que asegura que estos animales diezman los caladeros de bacalao?

Hay evidencias de lo contrario. El gran descenso de las capturas de bacalao desde 1992 no se debe a la actividad de las focas, sino a la nefasta  gestión de recursos de Canadá, que fomentó la sobreexplotación de los caladeros.

Entrevista completa en... www.20minutos.es

Bio. Nació en Terranova y, después de 9 viajes al golfo, se ha convertido en la bestia negra de los cazadores de focas.