Los líderes de la Unión Europea intensifican los contactos para repartir los altos cargos en las instituciones europeas para lo que han de consultar con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y contar con los planes de Jean-Claude Juncker, el próximo presidente de la Comisión Europea (CE).

Los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) se reunirán este miércoles, convocados por Van Rompuy, en una cumbre extraordinaria en la que discutirán algunos de los nombres de quienes dirigirán las instituciones comunitarias los próximos cinco años.

En la reunión, los Veintiocho tendrán que hacer equilibrios para compatibilizar su peso político en la UE, el equilibrio geográfico, las respectivas familias políticas de sus candidatos y considerar la igualdad de género, cosa que las comisarias del Ejecutivo comunitario saliente han reclamado ya a Juncker.

Aunque inicialmente se ha previsto que los líderes únicamente elijan al sucesor de la actual Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común comunitaria, la británica Catherine Ashton, será inevitable que se aborden otros altos cargos como el del mismo presidente del Consejo o el del Eurogrupo.

Todos esos cargos tienen por delante varios meses hasta que acaben sus mandatos.

Italia, Bulgaria y Polonia son los países que, por el momento, han mostrado interés abierto o implícito en hacerse con el puesto de Alto Representante, y así el primer ministro italiano, Matteo Renzi, ha propuesto ya a su ministra de Exteriores, Federica Mogherini, lo que no complacería a los países bálticos por su escasa experiencia internacional, según fuentes diplomáticas.

Los búlgaros postularían a la actual comisaria europea de Asistencia Humanitaria, la conservadora Kristalina Georgieva, y los polacos a su ministro de Exteriores, Radek Sikorski, del mismo color político.

El futuro jefe de la diplomacia europea tendrá que pasar antes de asumir su cargo por un proceso de audiencias en el Parlamento Europeo, que se prevé que vote al respecto, al igual que sobre los demás comisarios, a finales de octubre próximo.

Otro de los altos cargos en liza es el del sustituto del actual presidente permanente del Consejo, y para el cual se tiene en cuenta a personalidades políticas con rango de primer ministro, aunque algunas de ellas lo han desestimado en público.

Es el caso de la primera ministra danesa, la socialista Helle Thorning-Schmidt, quien ya negó estar en ese baile de candidatos en la cumbre europea de fines de junio, pero que se contempla como una de las candidatas posibles ya que con ella se podría satisfacer las exigencias de países como Reino Unido, los nórdicos o la misma Alemania.

También se han barajado otros nombres para ese puesto como los de los exprimeros ministros de Francia, Jean-Marc Ayrault, el letón Valdis Dombrovskis o el estonio Andrus Ansip, así como de los actuales de Holanda, Mark Rutte, o de Irlanda, Enda Kenny.

En cualquier caso, los equilibrios comunitarios harán que si el Consejo Europeo sitúa a su cabeza a un socialista o alguien del centro izquierda, el puesto de Alto Representante recaiga sobre un candidato de la derecha europea.

Así la eventual elección de Thorne-Schmidt, mujer, socialista, nórdica y de un país fuera del euro, llevaría también a plantear que el aún no creado puesto de presidente permanente del Eurogrupo, ocupado ahora por el laborista holandés Jeroen Dijsselbloem que termina su mandato en un año, recaiga sobre un candidato del centro derecha.

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que asistirá a la cumbre extraordinaria, ya ha expresado su interés en que ese puesto pueda recaer en el actual ministro de Economía, Luis De Guindos.

Rajoy y Juncker participarán en una reunión de los máximos representantes del Partido Popular Europeo previa a la cumbre, que ambos líderes aprovecharán para mantener un encuentro bilateral.

El Gobierno español prevé proponer para el puesto de comisario que le corresponde a España al exministro de Agricultura Miguel Arias Cañete, aunque Juncker insistió de nuevo a los Veintiocho para que propongan más de un nombre a fin de lograr un mayor equilibrio entre hombres y mujeres en el futuro Ejecutivo comunitario.