La reapertura del paso ferroviario internacional de Canfranc (Huesca) será un "caballo de batalla permanente" para el nuevo diputado al Congreso de La Izquierda de Aragón, Álvaro Sanz, quien este lunes ha participado en una asamblea abierta en Zaragoza para recoger propuestas de cara a la última etapa de la presente legislatura.

En rueda de prensa, Sanz ha dicho que la reapertura es "una deuda histórica que tenemos con la zona" que se enmarca en el trabajo de La izquierda de Aragón por el "cambio de paradigma del modelo de desarrollo". Ha hecho hincapié en que permitiría desarrollar la actividad económica de forma sostenible, especialmente el turismo.

A escasos días de conmemorar en la villa fronteriza el 86º aniversario de la inauguración de la línea Canfranc-Pau, el diputado ha señalado que esta vía es "un elemento fundamental para vertebrar Aquitania y Aragón, Francia y España", resaltando que la afección ambiental de la reapertura es "mínima".

Álvaro Sanz ha considerado que postergar la reapertura es "un ejercicio de miopía política intencionada" y ha lamentado que los Gobiernos de España y Aragón están "mareando la perdiz" al no impulsar las obras, aunque "Francia está por la labor".

También ha intervenido Chesús Yuste (CHA), predecesor de Sanz en el Congreso, quien ha recordado que la primera iniciativa que presentó La izquierda de Aragón versaba sobre este tema, "una absoluta prioridad en nuestra política de ordenación del territorio y de conexión con Europa".

"Se suele decir que es un símbolo de progreso", pero La Izquierda de Aragón quiere que sea una realidad, resaltando que "la cosa se ha movido bastante poco" pese a que en el lado francés se han realizado inversiones. Ha calculado que si España invirtiera como el país vecino en cuatro años se hubiera podido reabrir.

Chesús Yuste ha aludido a las iniciativas que ha defendido en la cámara baja para promover la reapertura, en las que la respuesta más común ha sido que "la clave" la tiene el "cuatripartito", los Gobiernos de España, Aragón, Francia y Aquitania.

Yuste se ha quejado de que han pasado dos años y medio de legislatura hasta que, el pasado 1 de julio, se ha reunido el cuatripartito, aunque "no se habló de compromisos", sino que la reunión ha servido "simplemente" para constatar que la reapertura es viable económicamente, lo que para el exparlamentario es "una tomadura de pelo".

La portavoz del Grupo Parlamentario de La Izquierda Plural en la Comisión de Fomento del Congreso, Ascensión de las Heras, ha comentado que en septiembre comenzará el proceso de tramitación de los Presupuestos Generales del Estado, de ahí la conveniencia de recoger propuestas para elaborar enmiendas parciales al proyecto de ley.

Una de estas enmiendas servirá para reivindicar la terminación de las obras en 2020, ha dicho De las Heras, quien ha resaltado que el coste estimado es de 400 millones de euros, cifra que contrasta con los 8.000 millones que costaría la construcción de la Travesía Central del Pirineo.

La parlamentaria ha asegurado que el Canfranc es "socialmente útil, genera empleo, es medioambientalmente sostenible" y, en definitiva, es "una apuesta clara" de La izquierda plural, como lo es el tren convencional en general.

Ha dicho que sacar a licitación la reforma del tramo Alerre-Plasencia del Monte, de 3,6 kilómetros, por 2,6 millones de euros, como ha acordado el Gobierno central, equivale a "sacar la limosnera para llevar a cabo una infraestructura histórica".

2020

El portavoz de la Coordinadora para la Reapertura del Ferrocarril Canfranc-Oloron (CREFCO), Diego Colás, ha reivindicado la reapertura en 2020, como se han comprometido los Gobiernos de Aragón y Aquitania.

El paso internacional es "vital" para la actividad económica de ambos lados del Pirineo, ha dicho Colás, quien ha puesto de relieve el retroceso del empleo industrial en Aragón y del salario medio. Colás ha aseverado que la inversión necesaria es "mínima" y ha exigido al Gobierno de España que refuerce las inversiones.