La Comunidad Autónoma de Aragón entró en una alerta de Protección Civil de nivel dos, ya que las Administraciones Públicas esperan que las lluvias que están cayendo sobre el río Ebro y sus afluentes tengan peores consecuencias que las riadas que hubo en 2003.

Los caudales se mantendrán en niveles máximos hasta la tarde del martes, por las aportaciones del río Arga, cuya crecida máxima en Funes podría situarse en el entorno de los 900 m3/s.

La punta de la crecida extraordinaria del Ebro ha alcanzado los 2.423 metros cúbicos por segundo en la localidad navarra de Castejón, un nivel algo más bajo de las previsiones anunciadas anoche para esa misma ahora, informó la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

A lo largo de la madrugada fueron afluyendo al Ebro las aportaciones de varios caudales, que alcanzaron los 1.880 m3/s en Asco (Tarragona), los 1.635,69m3/s en Tortosa (Tarragona) y los 1.297,56 m3/s en Zaragoza.

Está previsto que los caudales se mantengan en niveles máximos hasta la tarde de hoy, martes, por las aportaciones de los distintos caudales que concurren en el Ebro.

Con estos cálculos se prevé que se produzca un nuevo aumento de los caudales en la comarca zaragozana de la Ribera Alta del Ebro a partir de primera hora de la tarde de hoy, y que la punta de un nuevo episodio de avenida se alcance en la capital aragonesa a partir de la mañana del jueves.

Ante esta situación, la CHE ha constituido su Comité Permanente de Avenidas, formado por los responsables de los diferentes departamentos y que en caso de circunstancias especiales puede adoptar las medidas oportunas, incluido desembalses extraordinarios. La alerta 2 indica la existencia de una situación problemática y forma parte de la escala de alertas del Gobierno de Aragón, con tres grados, ordenados de menor a mayor.

Fuentes del Gobierno de Aragón explicaron que la situación de drenaje del río Ebro es peor que en 2003.

Se prevé un nuevo aumento de los caudales en la comarca zaragozana de la Ribera Alta del Ebro a partir de primera hora de la tarde y que la punta de este nuevo episodio de avenida se alcance en la capital aragonesa a partir de la mañana del jueves.

Otras cuencas que se han visto afectadas por las crecidas son las de los ríos Zidacos, en la margen izquierda del Ebro, en Navarra, y la Cuenca de los Arbas.

Ante esta situación, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha constituido su Comité Permanente de Avenidas, formado por los responsables de los diferentes departamentos y que en caso de circunstancias especiales puede adoptar las medidas oportunas, incluido desembalses extraordinarios.

La CHE dio aviso de alerta por el aumento de caudales a los servicios de Protección Civil de Navarra, Aragón y Cataluña, y ha movilizado sus efectivos para que coordinadamente con las comunidades autónomas y ayuntamientos se proceda a las actuaciones necesarias de refuerzo y vigilancia de las defensas, con el objetivo prioritario de proteger las poblaciones.

Asimismo, la CHE ha enviado equipos de vigilancia y refuerzo de motas a 32 localidades de la ribera del Ebro tanto en Navarra como en Aragón.

Un muerto en Tarragona

Una persona ha muerto en la noche del lunes en L'Aleixar (Tarragona) tras caer a una riera y ser arrastrada por las aguas, informaron los Bomberos de la Generalitat.

Las mismas fuentes añadieron que el cadáver fue rescatado hacia las 23.40 horas por la Guardia Civil aguas abajo de la riera, ya dentro del término municipal de Maspujols.

Por el momento se desconoce la identidad de la persona fallecida, que al parecer ha caído a la riera cuando se encontraba con un grupo de personas, según los Bomberos de la Generalitat, que han desplazado dos dotaciones al lugar de los hechos.

La Generalitat también activó la alerta por riadas a las 21.00 del lunes. Las comarcas afectadas son Baix Ebre, Ribera d'Ebre y Montsià.

Alerta 1 en Navarra

Por su parte, el Gobierno de Navarra ha activado el nivel 1 del Plan de Emergencias, después de que durante la jornada del lunes se generalizaran las inundaciones.

Numerosas carreteras, cuatro de ellas en la red principal (la NA-30 acceso a Landaben; la PA-30 o Ronda de Pamplona; la carretera N-121 entre Pamplona y Tudela y la N-113 entre Pamplona y Madrid), permanecen cortadas al tráfico por inundaciones o desprendimientos debido al temporal de lluvias.

Además, diez carreteras secundarias presentan problemas graves por balsas de agua y varias viviendas de dos municipios, Funes y Buñuel, han tenido que ser desalojadas por prevención.