Las fuerzas de seguridad marroquíes han rechazado este sábado un nuevo intento de entrada en el perímetro fronterizo de Melilla, cerca del paso de Barrio Chino, donde unos 100 inmigrantes han sido interceptados antes de que pudieran saltar la valla.

Fuentes policiales han informado de que el intento se ha producido poco antes de las siete de la mañana, cuando un centenar de subsaharianos se ha aproximado a la carrera hacia el perímetro tras bajar de los campamentos donde los inmigrantes están asentados en el monte Gurugú.

Ninguno ha conseguido saltar la triple valla por un fuerte despliegue de seguridad a ambos lados de la frontera por parte de las fuerzas auxiliares marroquíes y la Guardia Civil.

El instituto armado ha reforzado su presencia en el tramo entre Barrio Chino y el aeropuerto con numerosas patrullas, sin que finalmente haya sido necesaria su actuación porque los agentes marroquíes tenían controlada la situación en su lado de la frontera.

El último intento de entrada a Melilla se produjo justo una semana antes en la misma zona, cuando unos 400 inmigrantes trataron de acceder a la ciudad autónoma por el paso de Barrio Chino, donde algunos fueron interceptados en las instalaciones fronterizas, aunque ninguno consiguió su objetivo.

Un grupo de 14 inmigrantes, entre ellos cuatro mujeres y dos niños de corta edad, ha sido desembarcado en una playa de Ceuta, presumiblemente desde una embarcación a motor que se dio a la fuga después de abandonarlos cerca de la orilla en aguas de la bahía sur de la ciudad.

Según han informado este sábado fuentes policiales, el desembarco se produjo este viernes en la playa del Sarchal cuando los subsaharianos y asiáticos —tres eran paquistaníes— fueron abandonados en la zona, dando la voz de alerta un vecino que advirtió la presencia del grupo.

La Policía Nacional acudió a la zona y consiguió la detención de los 14 inmigrantes, la mayoría de ellos procedentes de Guinea Conakry, teniendo que acudir a la zona una ambulancia debido a los síntomas de debilidad mostrado por una de las mujeres que tuvo que ser trasladada al hospital, donde permanece ingresada.

El resto de inmigrantes fue trasladado a las dependencias de la Policía Nacional, donde afirmaron que habían sido abandonados cerca del agua por una embarcación con motor que no pudo ser vista por la Guardia Civil al camuflarse entre otros barcos que había por la zona.

El lugar donde fueron abandonados es una zona habitualmente utilizada por las mafias para dejar a inmigrantes, ya que se trata de un terreno de difícil acceso, donde antiguamente estaba situada la cárcel de mujeres.

La Guardia Civil ha abierto una investigación ya que en un rastreo por la zona encontró una embarcación pero sin motor en la playa de Benítez, muy alejada del lugar donde se halló a los inmigrantes.