El triunfo de "un tal Pedro" que supo capitalizar el rechazo de Susana Díaz

  • Sánchez ha ganado una carrera en la que comenzó ‘tapado’ y de la que sale reforzado para la próxima gran cita: la elección del candidato para las generales.
  • Es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, doctor en Economía y Empresa, tiene dos másters, habla inglés y francés y le apasiona el baloncesto.
  • Se ha señalado a Sánchez como el más conservador de los tres candidatos. Él se define como "socialista por los cuatro costados".
El candidato a la secretaría general del PSOE, Pedro Sánchez
El candidato a la secretaría general del PSOE, Pedro Sánchez
EFE
El candidato a la secretaría general del PSOE, Pedro Sánchez

Pedro Sánchez, un gran desconocido para la ciudadanía y la propia militancia socialista hasta hace escasas semanas, se ha convertido hoy en el nuevo líder del PSOE, tras ganar las primarias internas celebradas por su partido. En menos de un mes, Sánchez, "un tal Pedro", que cuando empezó a postularse apenas tenía opciones, ha sabido capitalizar a favor de su candidatura la retirada de Susana Díaz y el castigo de Andalucía y de otras federaciones a Eduardo Madina.

Los militantes del Partido Socialista han designado este domingo con su voto a Pedro Sánchez como nuevo secretario general del partido. Sánchez ha ganado una carrera en la que comenzó ‘tapado’ por caras más conocidas del partido, como Eduardo Madina, Carme Chacón, Susana Díaz o Patxi López y de la que sale reforzado para la próxima gran cita en la agenda socialista: la designación del candidato a la presidencia del Gobierno en las elecciones generales de 2015.

El nuevo secretario general del PSOE anunció a principios de 2014 sus intenciones de presentarse a las primarias abiertas del PSOE para designar al cabeza de lista de las generales y su nombre comenzó a aparecer en las quinielas, ya que algunos lo consideran un candidato ‘del aparato del partido’ al que podrían apoyar Rubalcaba o Susana Díaz.

La retirada de Rubalcaba tras el castigo de los votantes en las elecciones europeas de junio precipitó la campaña de Sánchez y le allanó el terreno, ya que algunos de los pesos pesados del partido se apartaron de la carrera: Chacón renunció a la secretaría general tras defender la convocatoria de primarias; Patxi López se echó a un lado asegurando que no tenía ambiciones personales; y Susana Díaz afirmó que su compromiso es con Andalucía, a pesar de que algunos sondeos la colocaban como favorita.

Sánchez, de 42 años y diputado nacional desde 2013 (aunque ya había accedido al Congreso en 2009, ocupando el escaño que dejó Pedro Solbes y un año más tarde la Asociación de Periodistas Parlamentarios le concedió el premio de "diputado revelación") pasó en pocas semanas de ser uno de los candidatos menos conocidos a ser el que más avales obtuvo para presentarse a las votaciones de este domingo. Antes de eso fue concejal en el Ayuntamiento de Madrid, coordinador del PSOE en asuntos relacionados con emprendedores, miembro del comité electoral de 2011 y coordinador de la conferencia política de 2013.

Precisamente su época como concejal en el consistorio de la capital ha marcado alguno de los momentos polémicos de la campaña. El pasado jueves se publicaba en El Confidencial que Sánchez "escondía" su actividad como consejero de Caja Madrid en calidad de representante del Ayuntamiento durante la época en la que Miguel Blesa presidía la entidad. Sánchez respondió así: "Nada tengo que ver con la gestión de Blesa, nada tengo que ver con la gestión que hizo Caja Madrid esos años y nada tengo que ocultar". Lamentó que se publicara esta información en plena campaña y, sin señalar a nadie, dijo que "frente a las malas artes de algunos, juego limpio".

Mientras ocupó su escaño como concejal de Madrid, Sánchez se encargó de temas de  Economía y Hacienda, asuntos relacionados con su formación universitaria. El nuevo secretario general del PSOE es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Complutense (con notas discretas, según reconoce el mismo, ya que su pasión era el baloncesto) y doctor en Economía y Empresa por la Universidad Camilo José Cela. Tiene además un máster en Economía Política Europea y otro en Liderazgo Público y habla inglés y francés.

Se ha señalado a Pedro Sánchez como el más conservador de los tres candidatos a la secretaría general del PSOE. Él se define como "socialista por los cuatro costados" y ha prometido que hará una ejecutiva "más a la izquierda que la actual" tras su victoria (también aseguró que quería que Madina y Pérez Tapias estuvieran en ella), aunque también reivindica que el "espacio propio del PSOE" es "la centralidad de la izquierda".

Entre las propuestas de  Sánchez para la gestión del partido está la eliminación de las ‘puertas giratorias’. Sánchez prometió en campaña que prohibiría las habituales conexiones entre altos cargos del PSOE con los consejos de administración de las grandes empresas. También ha afirmado que no le "temblará el pulso para echar a un corrupto o corrupta del PSOE" y que "cuando se abre el juicio oral es el momento de asumir responsabilidades políticas dimitiendo".

Desde este momento, Sánchez tendrá que emprender la tarea de renovar su partido. Una de las primeras citas importantes de esa renovación será el congreso extraordinario del 26 y 27 de julio, del que saldrá la nueva dirección del partido y los órganos federales. Unos meses más tarde, en las primarias abiertas de noviembre, le tocará poner a prueba su recién estrenado liderazgo y comprobar si cuenta con el apoyo de los ciudadanos y de los militantes. Sánchez ya anunció sus intenciones de postularse como candidato a la presidencia del Gobierno si salía elegido como secretario general y en esa carrera podría volver a tener como rivales a algunos nombres de primera fila del PSOE.

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