La llegada de la nieve cambia los planes de los esquiadores vascos

El temporal de las últimas semanas ha disparado la demanda de reservas en las agencias. Andorra y los Pirineos están a tope.
Cuando parecía que era imposible que nevara y que la temporada de esquí había llegado a su fin, hizo su aparición el temporal, cambiando los planes de Semana Santa de muchos vascos que ya se habían resignado a pasar las vacaciones en casa o habían pensado en los habituales destinos de los viajeros vascos: Canarias y las principales capitales europeas.

Es el caso de María, una bilbaína de 28 años que se muestra encantada con la llegada de la nieve. «Teníamos planeado ir a la Sierra de Urbasa, pero a última hora hemos decidido coger la caravana y marcharnos a esquiar al Pirineo francés», explica esta joven, que ya había guardado la tabla de snow en el trastero.

Del mismo modo, las agencias de viajes de todo Euskadi comenzaron hace unos días a recibir «una auténtica avalancha» de llamadas intentando hacer una reserva en alguna estación de esquí. «Desde la semana pasada, reservar algo en Andorra o en la zona de Jaca es casi imposible; están a tope», explica a 20 minutos Raúl Sierra, de Viajes Ecuador en Bilbao, que, al igual que el resto de empresas del sector, empezó a recibir peticiones «nada más caer las primeras nieves».

Hasta dos metros de espesor

El temporal de agua, granizo y nieve que nos ha acompañado en las últimas semanas ha permitido que la mayoría de las estaciones de esquí más utilizadas por los vascos se encuentren abiertas al 100%, llegando, en algunos casos, como Cauterets, Saint Lary o La Mongie, en el Pirineo francés, a contar con hasta dos metros de espesor. Asimismo, Astún, Candanchú o Formigal, en el Pirineo aragonés, tienen entre 95 y 145 centímetros de nieve. Baqueira, 175, y Sierra Nevada, 100.

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