
"Estamos sentados, viendo la televisión o comiendo y de repente salta el cohete. Va primero un relámpago y luego un trueno terrible. Mi hijo pequeño dice que es un volcán". Ahmad Yacoub vive en el undécimo piso de un edificio al norte de Gaza con su mujer y sus tres hijos, dos niños de 10 y 4 años y una niña de 8. Durante los últimos cuatro días apenas ha salido de casa para comprar pan, leche y cigarrillos. La gente no sale "Lo que viene inmediatamente es el susto de los niños", continúa Ahmad en una entrevista telefónica con 20minutos, "me miran a mí como si fuera un Superman, pero yo no puedo hacer nada. Lo convierto en algo cómico, comenzamos a cantar una canción". Ahmad describe una situación de miedo constante. Israel está bombardeando varias veces las mismas zonas y la Franja no tiene sirenas para avisar de los ataques ni defensas antiaéreas para detener los cohetes. Gaza tiene una superficie de apenas 360 kilómetros cuadrados en los que vive 1,7 millones de personas, "si tiras una piedra hacia arriba, va a caer sobre la cabeza de alguien", dice.Ahmad Yacoub, secretario de la Asociación de Escritores Palestinos, explica que la situación es catastrófica. Asegura que al principio, las fuerzas israelíes avisaban antes de bombardear una casa y daban unos minutos a la familia para abandonar la vivienda, pero ahora están atacando sin aviso. "Han bombardeado casas con familias completas. Las familias en Gaza no son como en España, aquí son por lo menos ocho o diez miembros", dice Ahmad, "es una locura, un genocidio, un acto criminal".Desde que Israel inició en la madrugada del pasado martes la operación ‘Margen Protector’, los bombardeos sobre la Franja de Gaza han matado a más de 80 personas, la mayoría civiles y muchos de ellos niños, y han causado más de 500 heridos. El Ejército israelí responde así a los cientos de cohetes de Hamás que han caído recientemente sobre su territorio sin causar víctimas. "No me muevo mucho de la casa, sólo salgo a comprar", cuenta Ahmad, "al atardecer y por la noche no hay luz, hay oscuridad absoluta acompañada de ambiente de guerra. La gente está en casa, no sale".Ahmad ha intentado seguir por televisión lo que sucede en su tierra, pero confiesa que ha tenido que retirar la vista de la pantalla. "No pude seguir viendo las imágenes", reconoce, "dan rabia, dan asco, dan pena. El ser humano quemándose como un pedazo de carne asada. Niños, mujeres. Es algo trágico".
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios