La sala Cabrera Pinto de La Laguna (Tenerife) expone una revisión crítica del arte venezolano

La sala Cabrera Pinto de La Laguna (Tenerife) acoge mañana viernes a las 20.30 horas la inauguración de la exposición 'El dibujo fuera de sí', una revisión crítica de la práctica artística que se desarrolla en Venezuela, entre 1970 y 2014, firmada por Alejandro Otero, Andrés Michelena y Magdalena Fernández.
Una de las obras expuestas
Una de las obras expuestas
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Una de las obras expuestas

La sala Cabrera Pinto de La Laguna (Tenerife) acoge mañana viernes a las 20.30 horas la inauguración de la exposición 'El dibujo fuera de sí', una revisión crítica de la práctica artística que se desarrolla en Venezuela, entre 1970 y 2014, firmada por Alejandro Otero, Andrés Michelena y Magdalena Fernández.

'El dibujo fuera de sí', comisariada por el semiólogo canario Roc Laseca, rastrea los ejercicios escultóricos, instalativos y audiovisuales practicados por los autores en distintos escenarios internacionales donde se han comisionado a lo largo de estos cuarenta años.

La muestra, que se podrá visitar hasta el 21 de septiembre, reúne un total de 110 obras, e incluye una amplia selección de bocetos y dibujos autógrafos con los que Alejandro Otero inicia sus investigaciones de ingeniería pública en el MIT, a partir de 1970; la serie integral de 'Dibujos móviles' que Magdalena Fernández produce a partir de la década de 1990, y el programa completo 'Content' de Andrés Michelena, firmado en 2012.

Para los tres autores, constituye la mayor exposición de su obra llevada a cabo en España y marca la apertura de un proyecto de diálogo que da cuenta de la pertinencia actual del estudio sobre el dibujo, al emplazar la representación nacional de Venezuela al ámbito del análisis formalista que apunta, directamente, a los modos por los que se pensó y dibujó la modernidad sobre la que actúan los tres autores.

A este respecto, el curador Roc Laseca señala que todo proyecto sobre el dibujo es "un proyecto sobre la escritura y, por extensión, sobre la memoria". "Desde esta óptica, el dibujo no se plantea aquí como un medio, sino como una política que fuerza el desbordamiento de las formas e insiste en la dimensión hipotética de la mecánica de fondo que construye la modernidad", añade.

Es por ello, que el anacronismo se interroga en cada caso de la exposición acerca del sentido retórico de la memoria y abre la posibilidad a preguntarse sobre qué puede realmente una línea virtual, un trazo, un boceto, comenta el comisario.

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