Este miércoles se practicará la cuarta exhumación de un bebé supuestamente robado en la provincia

En la jornada de este miércoles tendrá lugar en un cementerio de la provincia de Sevilla la cuarta exhumación de un bebé supuestamente robado y correspondiente a un parto que tuvo lugar en el año 1998, según han informado fuentes judiciales.

En la jornada de este miércoles tendrá lugar en un cementerio de la provincia de Sevilla la cuarta exhumación de un bebé supuestamente robado y correspondiente a un parto que tuvo lugar en el año 1998, según han informado fuentes judiciales.

En este sentido, las mismas fuentes consultadas por Europa Press han detallado que, tras archivar un centenar de denuncias recibidas por el presunto robo de bebés, el fiscal que fue designado para esta investigación únicamente mantiene abiertos "cuatro o cinco casos".

Se trata de la cuarta exhumación de bebés supuestamente robados que se practica en la provincia de Sevilla, la primera de las cuales se llevó a cabo en julio de 2011 y la última el 30 de noviembre de 2012, aunque tras practicar la exhumación todos los casos fueron archivados.

En relación a esta última exhumación, las pruebas de ADN practicadas por el Instituto Nacional de Toxicología a los restos mortales hallados descartaron que se tratase de un caso de bebé robado, tal y como habían denunciado sus padres biológicos, lo que llevó a la Fiscalía a archivar la denuncia.

En el decreto de archivo, el Ministerio Público destacaba que, tras analizar los restos mortales hallados, el Instituto Nacional de Toxicología concluyó en un informe que "no existe incompatibilidad genética para una relación paterno-materno-filial respecto a los restos óseos analizados", por lo que "es evidente la inexistencia de delito".

En la denuncia, los padres del bebé dijeron que, tras nacer en el año 1974 en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, no pudieron verlo "pues le dijeron que pasó" al Hospital Infantil al ser prematuro, por lo que únicamente lo vieron en la incubadora y "a lo lejos, sin informarles del nacimiento ni de la evolución del niño, aunque sí les dijeron que el niño había nacido muerto, enseñándoles el cadáver sólo de lejos".

Asimismo, los padres denunciaron que aún se conservaban los restos que les dieron en un enterramiento individualizado, añadiendo que observaban "contradicciones e incongruencias" en los datos oficiales sobre el nacimiento y muerte del bebé, de modo que con la difusión en los medios de comunicación de denuncias sobre sucesos similares "albergaron la sospecha" de que su hijo "pudo sobrevivir, habiendo sido manipulada ilícitamente su filiación".

El fiscal señalaba que, tras recibir la denuncia, se realizó una "exhaustiva" investigación por parte del Grupo de Homicidios de la Policía, todo ello en un caso "complejo" debido a la "gran" ausencia documental, pues en esas fechas "no existía una normativa uniforme sobre conservación de historias clínicas", a lo que se añade que en el servicio del cementerio "no constaban datos registrados sobre el personal que realizaba la entrega de los cadáveres ni sobre las empresas funerarias encargadas de su traslado desde los distintos hospitales".

En este caso, la historia clínica detallaba la atención médica recibida por la madre y el bebé, a quien, tras nacer, se le practicó la correspondiente autopsia, que determinó que el recién nacido había fallecido por una insuficiencia respiratoria, dice la Fiscalía, que pone de manifiesto, igualmente, que en el Registro Civil consta tanto el nacimiento como la muerte del bebé, mientras que también "se ha verificado la inhumación de su cadáver en el cementerio".

"es evidente la inexistencia de delito"

A petición de la propia familia, se practicó la exhumación de los restos a fin de realizar las correspondientes pruebas biológicas "basadas en la compatibilidad de perfiles genéticos con los denunciantes", una diligencia que "resultaba proporcionada y necesaria", ya que "podría despejar, en su caso, las dudas que se albergaban en relación con la posible sustracción del niño y la subsiguiente alteración fraudulenta de su estado civil".

El fiscal dice que, "aunque los datos revelados por los denunciantes pudieran hacer albergar a éstos en su día alguna duda legítima sobre el efectivo fallecimiento de su hijo", una vez concluida totalmente la investigación, "que a diferencia de lo que ha sucedido con otras tantas diligencias incoadas con denuncias sobre hechos similares, ha podido culminarse con la localización de restos mortales del ser humano que se inhumó bajo la condición de hijo de los denunciantes y con la práctica de pruebas biológicas altamente determinantes, es evidente la inexistencia de delito".

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