Desde hace dos semanas, Emma García compagina la conducción en Telecinco del popular dating-show Mujeres y hombres y viceversa, con la de Ex, ¿qué harías por tus hijos?, un experimento de telerrealidad donde parejas de separados deben convivir y trabajar juntos con el fin de obtener un premio destinado a mejorar el futuro de su prole. Pese a que las audiencias han otorgado a este último unos resultados modestos (12% en su estreno y 10,1% en su segunda entrega), la periodista asegura que está disfrutando con la aventura porque iniciar nuevos proyectos le "pone".

Y usted, ¿qué haría por su hija? ¿Meterse en un reality, tal vez?

Por mi hija haría todo, pero si no fuera por ella, no me metería en un reality. Me costaría aún más si fuera con mi pareja, y con un ex, ya ni te cuento. Las parejas que están en Ex, ¿qué harías por tus hijos? han compartido en el pasado muchos reproches y rencor. Son muy valientes para exponer su vida ante las cámaras. Yo soy introvertida para eso.

Pero se enfrenta a la audiencia todos los días...

Es diferente, es trabajo. Aunque al principio, cuando comencé a presentar  A tu lado, iba al supermercado y me moría de vergüenza. ¡Qué te miren es un corte!  Ahora ya me he acostumbrado aunque no voy a la playa de la Concha de San Sebastián a las 12 del mediodía.

Es la primera vez que presenta un 'reality'. ¿Es muy diferente de otros formatos?

Da igual el formato, cada programa que haces es un reto. Las nuevas experiencias me ponen muchísimo porque puedes aprender. Y generalmente de lo malo se aprende más que de lo bueno.

¿Y qué ha aprendido de 'Ex, ¿qué harías por tus hijos?'?

He aprendido a dosificarme para disfrutar de un programa en directo que dura cuatro horas. Y a soltarme más la melena.

¿Tiene algún referente entre sus compañeros?

De todos los presentados, me fascina Mercedes Milá. No tiene límites ni complejos y se ha ido superando en cada nueva edición de Gran Hermano. En el programa se permite ser ella misma... y hasta se pasa de serlo.

¿Por qué nos gusta tanto escudriñar en las vidas ajenas a través de los 'realities'?

Es una una vía de escape para evadirnos del día a día. Además, la gente se siente identificada con los participantes, llega un momento en el que te das cuenta de que a todos nos pasa más o menos lo mismo. Y nos gusta estar con gente: somos sociables, bien de forma directa, con amigos, o bien a través del televisor, acompañado por sus personajes.

¿Y por qué son menos los que reconocen ver estos programas que los que los ven?

Eso es algo que con los años he terminado por asumir. Un ejemplo muy claro es Sálvame: lleva años de éxito absoluto y aguantando todo tipo de críticas peyorativas. Ante esto pienso que tenemos muchos complejos y somos muy hipócritas. Yo veo de todo en la tele, eso no es malo. Además, Telecinco es una cadena privada y si no quieres ver sus espacios, no los pongas.

¿Cómo mantiene su seriedad habitual en el plató de 'Mujeres y hombres y viceversa' ante frases como "Nos hemos liado pero no llegamos a copular"?

No creo que conduzca el programa de forma seria. Lo que sí hago es tratar a los participantes con muchísimo respeto. Hay algo que me fastidia: las personas que miran por encima del hombro a esos concursantes. Esos chicos musculados que se machacan en el gimnasio representan a una parte de la sociedad, guste o no guste. Y como jóvenes que son, disfrutan con el ligoteo, la marcha y tienen las hormonas revolucionadas. Ojalá puedan aprovechar la tele para conseguir sus objetivos e, incluso, ganar un poco de dinerillo. En el plató hemos creado una gran familia. He aprendido mucho en este programa, y de quienes menos me lo esperaba.

¿Por ejemplo?

A veces, los que parecen más chuletas son en realidad un trozo de pan. A uno le pregunté un día cómo se encontraba y se puso a llorar. Luego me agradeció que le escuchara. Creo que hay una generación cuyos padres han trabajado mucho y no han podido hablar con sus hijos todo lo que estos necesitaban. Vamos, que hago de psicóloga en el plató. Y que pese a la superficialidad que se atribuye a un formato como Mujeres y hombres y viceversa, hay mucha realidad y hasta cierta profundidad.

No sé si esto último se lo van a creer sus detractores...

Recuerdo otro caso en el que un participante había tenido una cita con una chica y esta le había invitado a que se sentaran en el césped. Él le dijo que no porque se manchaba, y eso fue motivo de cachondeo en el programa. Pero él no se reía. Luego contó que de pequeño, en su casa, no habían medios y que su madre le había acostumbrado a cuidar su pantalón, porque era el único que tenía. Ahora, con su veintitantos años, seguía sin sentarse en el césped porque tenía aquello metido en la cabeza. Este tipo de casos engrandecen al programa. Y hay más como este.

Nació en Ordicia (Guipúzcoa) en 1973. Está licenciada en Ciencias de la Información. Inició su carrera televisiva en el Canal 4 de Navarra. Tras pasar por ETB, desembarcó en 2002 en Telecinco, donde ha presentado A tu lado, El juego de tu vida o Abre los ojos y mira, entre otros contenidos. Actualmente compagina su labor al frente de Mujeres y hombres y viceversa, con el espacio de telerrealidad Ex, ¿qué harías por tus hijos?.