Proliferan las carreras de coches nocturnas en polígonos, áreas comerciales y PAU de la región

  • La Policía y vecinos detectan concentraciones de jóvenes que compiten o fanfarronean con sus vehículos en zonas de Madrid con grandes avenidas.
  • Se reúnen en Sanchinarro, Valdebebas, entorno del centro comercial Islazul, Ciudad Universitaria o Parque del Oeste de Alcorcón, según fuentes policiales.
  • Los cuerpos de seguridad montan dispositivos para intentar evitar estos encuentros y los ayuntamientos instalan resaltos para reducir la velocidad.
  • "Se vacilan con derrapes y carreras. Se saltan las señalizaciones y llegan a subirse a las aceras, poniendo en peligro a los viandantes", explican los agentes.
Un automóvil cruza un resalto en la calzada en una calle de Madrid.
Un automóvil cruza un resalto en la calzada en una calle de Madrid.
Jorge París
Un automóvil cruza un resalto en la calzada en una calle de Madrid.

En mitad de la noche, se escucha un chirrido de ruedas seguido de un motor revolucionado que despierta a todo el barrio. A los pocos segundos, aparece el sonido de otro coche pisando la rueda del anterior. En ocasiones, el 'espectáculo' acaba con un derrape y otras veces los bólidos se pierden en la lejanía, de camino hacia otros barrios. Los vecinos de las nuevas urbanizaciones en zonas periféricas de Madrid y los agentes de Policía que patrullan en horario nocturno están habituados a estas escenas, principalmente en las madrugadas de los fines de semana.

La Policía Municipal de Madrid y de otros municipios de la región (como Alcorcón) han detectado la celebración de concentraciones de jóvenes con sus coches en zonas urbanas con grandes avenidas, sobre todo en polígonos industriales, áreas comerciales de la periferia de las localidades y desarrollos urbanísticos con amplias calles. "En alguna ocasión se trata de encuentros organizados a través de las redes sociales. Aunque la mayor parte de las veces son reuniones improvisadas de grupos de amigos habituales que encuentran divertido correr con sus vehículos, compiten por ver quién pilota mejor y, en definitiva, se vacilan o se pican entre ellos. En estos casos es imposible detectarlo con antelación", cuentan fuentes policiales.

"En las carreteras interurbanas se ve menos. Este tipo de actuaciones ocurren sobre todo en los polígonos industriales y barrios de la periferia, que se utilizan como si fuera un circuito urbano, con lo que la competencia es de la Policía Municipal", explican desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC). Concretamente, en los últimos meses la Policía y los vecinos han detectado este tipo de actividades en los PAU de Sanchinarro y Valdebebas (donde hay bulevares amplios que todavía están parcialmente deshabitados), en los alrededores del centro comercial Islazul (junto al PAU de Carabanchel), en las calles de Ciudad Universitaria (por ejemplo, en Avenida Complutense) o en el polígono próximo al Parque del Oeste de Alcorcón.

Agentes desplegados en las rotondas

De hecho, en marzo pasado la Policía de Alcorcón detuvo a tres personas por participar en carreras ilegales en esta zona del municipio. Todos los jueves se celebra allí una quedada de coches tuneados, donde se dan cita cientos de personas. Normalmente, los asistentes al encuentro cumplen las normas y se reúnen de forma tranquila. "Aunque en alguna ocasión hay algún descarriado, por lo que los agentes suelen desplegarse en las rotondas próximas de este polígono para evitar las carreras y actuaciones contra la seguridad vial", aseguran fuentes policiales.

"Va por modas. Hay épocas en las que vienen con los coches, cronometran las carreras, dan vueltas y se van rápidamente. Hace tiempo llegamos a denunciar a un grupo que casi atropella a una mujer, podía haber habido una desgracia", recuerda Carlos Sanz, presidente de la asociación de vecinos de Sanchinarro. Los residentes de los nuevos barrios han pedido por escrito al Ayuntamiento "la adecuación de las grandes avenidas para evitar las altas velocidades y las carreras nocturnas". En muchas zonas se están instalando bandas resaltadas y badenes en las calles para obligar a los coches a frenar e impedir que se use la vía pública como un circuito.

También son comunes los dispositivos de prevención en el entorno del centro comercial Islazul. "Es habitual que se reúnan allí con coches de gran cilindrada. Se dedican a fanfarronear: hacen derrapes, conducen en zigzag a grandes velocidades, se saltan las señalizaciones, hacen trompos, dan acelerones para que suene el motor... Incluso se suben a las aceras, con lo que ponen en peligro la vida de los viandantes y la suya propia, y llegan a chocar contra los coches aparcados", añaden fuentes de la Policía Municipal.

Retirada del carné y pena de cárcel

A los detenidos por estos actos se les suelen imputar delitos contra la seguridad vial y conducción temeraria. El juez les puede abrir un proceso penal que acaba con la retirada del carné de conducir y hasta dos años de cárcel, según fuentes jurídicas. En caso de que haya conducción temeraria "con manifiesto desprecio por la vida de los demás", la condena de cárcel se puede elevar hasta los cinco años, según el Código Penal.

Hace una década, las carreras ilegales se solían producir en los distritos periféricos del sur de Madrid, en zonas como Villaverde Alto, Pan Bendito, San Cristóbal de los Ángeles o Alto de San Isidro. "Ahora aquí ya no ocurre tanto. Sí tenemos algunas carreras de quads o chavales aislados que quieren dar la nota con el coche. Esto va por modas. Antes les daba por estar en nuestros barrios y ahora prefieren otras zonas, pero en cualquier momento podrían volver", explica Eloy Cuéllar, de la asociación de vecinos de Orcasitas.

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