La monja francesa que, según el Vaticano, fue curada de la enfermedad de Parkinson por intercesión de Juan Pablo II, compareció el viernes públicamente para explicar el proceso de cuatro años desde que le fue diagnosticada la enfermedad de Parkinson hasta que desaparecieron todos los síntomas.
La hermana Marie Simon-Pierre dio hoy una rueda de prensa en la sede de su congregación religiosa en Aix-en-Provence y en la que se mostró convencida de que fue curada por la intercesión de Karol Wojtyla, fallecido el 2 de abril de 2005.
El caso de Marie Simon-Pierre es una de las principales pruebas recogidas por el sacerdote Slawomir Oder, postulador de
La superiora de Marie Simon-Pierre escribió a la Santa Sede para contar el caso, que se ha incorporado, junto a otros testimonios, a los documentos del proceso.
En junio de 2001 a la monja le fue diagnosticada la enfermedad de Parkinson, la misma que en sus últimos años padeció Juan Pablo II.
Con el paso de los años su estado se fue deteriorando, hasta el punto de que pidió a su superiora ser relevada de su actividad en una maternidad de esa ciudad del sur de Francia.
Rezaron al papa para que su compañera se curara
Inmediatamente después de la muerte del Papa polaco las monjas de la congregación decidieron rezar sin descanso para obtener su intercesión en favor de su compañera enferma.
Un par de meses después, en la noche del 2 al 3 de junio, Marie Simon-Pierre experimentó una curación sorprendente, que fue confirmada días después por el neurólogo que la había tratado en esos años.
"Desde entonces no sigo ningún tratamiento. Mi vida ha cambiado. Para mí es como un segundo nacimiento", dijo hoy la monja ante una nube de periodistas.
Diagnóstico trampa del Parkinson
"La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa, lo que quiere decir que las células nerviosas desaparecen definitivamente. Ninguna cura es posible hoy por hoy", asegura el doctor Durif.
El neurólogo añade que se le pudo diagnosticar un caso de Parkinson cuando en verdad podía estar afectada de una depresión, haber ingerido medicación que simula síntomas parecidos a esta enfermedad, o tratarse de un caso de "simulación consciente o inconsciente por histeria".
"Muchos de mis pacientes (...) se vuelven hacia medicinas paralelas: homeopatía, acupuntura. Otros acuden a hipnotizadores, que son una especie de charlatanes cuya actividad no conlleva ningún riesgo médico. Lo irracional forma parte de lo humano", sentencia el médico neurólogo.
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