La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Elena Víboras, ha criticado en Córdoba que la agricultura familiar va a salir especialmente perjudicada en la nueva Política Agraria Común (PAC), ya que, según ha explicado, "el diseño realizado por el Ministerio no contempla ningún tipo de medidas que favorezcan a las pequeñas y medianas explotaciones", que son las que predominan en Andalucía.

Víboras, quien ha participado en el VII Congreso Provincial de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Córdoba, ha destacado la labor de dicha organización agraria, como representantes de la agricultura familiar y ha resaltado de UPA su "trabajo constante", fundamental para "visibilizar, defender y dinamizar" a este colectivo, el más numeroso del campo andaluz.

Durante su intervención, la titular de Agricultura se ha referido a la diversidad agraria de la provincia de Córdoba. Prueba de ello, según ha detallado, es que es la segunda provincia de España (tras Jaén) en producción de aceite y cuenta con "destacadas producciones de vino, cítricos o cereales, además de una importante cabaña ganadera y el liderazgo en la producción láctea andaluza".

Víboras ha explicado que gracias a esta diversificación, la renta agraria de la provincia creció un 6,5 por ciento en 2013, "un crecimiento notable frente al apenas 0,2 por ciento a nivel andaluz".

En cuanto al sector cooperativo, ha recordado la consejera que la provincia tiene también buenos datos, ya que, hace unos días, las cooperativas de Córdoba anunciaron que han batido su récord de facturación con 865 millones de euros, un 6,6 por ciento más que en 2012.

En este sentido, Víboras ha afirmado que el "sector primario tiene una gran importancia social y económica en Córdoba", pues en esta provincia la producción agraria aporta directamente el siete por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y emplea a más de 44.300 personas (el 17 por ciento del empleo de la provincia).

Con estos datos, según ha indicado Elena Víboras, "estamos en el buen camino", pero "hay que seguir trabajando para mantener un sector agroalimentario competitivo y sostenible, capaz de competir con éxito en un mercado cada vez más globalizado".