En Andalucía se comercializaron el año pasado 7,2 millones de hectolitros de cerveza, de modo que la región conforma junto al sur de Extremadura, Ceuta y Melilla la zona de España en la que más se vende esta bebida, que el año pasado estabilizó su caída de ventas, con un uno por ciento menos frente al cuatro por ciento de descenso de 2012.

Según las conclusiones del Informe Socioeconómico, hechas públicas por Cerveceros de España, a nivel nacional, después de cuatro años de caídas, las ventas de cerveza durante el verano experimentaron un repunte en 2013.

La estabilidad fiscal ha contribuido, junto con la llegada récord de turistas, a estimular el consumo en hostelería, donde aumentó el número de veces que se pidió una cerveza.

Al igual que viene sucediendo en los últimos cinco años, Andalucía, el sur de Extremadura, Ceuta y Melilla constituyen la zona líder en comercialización de cerveza. En este hecho ha influido la progresión del turismo en la comunidad andaluza, que recibió prácticamente un 5 por ciento más de turistas que el año anterior.

Tras Andalucía y el sur de Extremadura, la zona compuesta por la Comunidad Valenciana, Murcia y Albacete ocupan la segunda posición, con 6,4 millones de hectolitros comercializados en 2013.

Si bien en el conjunto del año las compañías cerveceras comercializaron menos cerveza en 2013, el porcentaje de descenso fue ligeramente inferior al de 2012. Esta atenuación de la caída respondería a la recuperación de la hostelería, cuya facturación creció cuatros meses consecutivos a partir de agosto.

Apoyada por el turismo

Detrás de este dato se encuentra, entre otros factores, el hecho de que el número de veces que se pidió una cerveza en un establecimiento hostelero aumentó cerca del 12 por ciento, frente al descenso del 4,5 por ciento producido en 2012. En estas ocasiones más del 80 por ciento de los consumidores de cerveza la tomaron con algún tipo de alimento, ya fuese en comidas, cenas o tentempiés.

Otro factor que explicaría el incipiente cambio de tendencia del consumo de cerveza en hostelería es el comportamiento del turismo extranjero en 2013, con más de 60 millones de visitantes. El 90 por ciento de estos turistas señalaron la cerveza como su bebida favorita durante el período vacacional y alrededor de la mitad llegaron procedentes de Alemania y Reino Unido, cuyas tasas de consumo de cerveza per cápita superan ampliamente el promedio de la Unión Europea.

El sector estima que los datos demuestran que es una de las bebidas más consumidas en hostelería y la predilecta de los turistas extranjeros y que contribuye a la creación de más de 257.000 puestos de trabajo. De ellos más del 87 por ciento se encuentran en bares y restaurantes y 20.900 en los sectores abastecedores, principalmente en la agricultura.

Las compañías cerveceras, por su parte, dan lugar a más de 6.000 empleos de forma directa. Los establecimientos hosteleros también suponen las tres cuartas partes de la recaudación del Estado derivada de los impuestos a la cerveza, como consecuencia de las cotizaciones a la Seguridad Social y el IRPF de los trabajadores de este sector.

Exportaciones y medio ambiente

Por cuarto año consecutivo, en 2013 las exportaciones aumentaron respecto al año anterior, llegando a 1,3 millones de hectolitros comercializados fuera de nuestro país. Esta cifra duplica la de hace sólo cuatro años y pone de manifiesto la apuesta por la internacionalización de las compañías cerveceras.

De acuerdo con un estudio de la Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), la cerveza se encuentra entre los nueve productos más recordados por los visitantes extranjeros tras su estancia en España.

Por países, Guinea Ecuatorial continúa siendo el primer destino de la cerveza española, como consecuencia del pasado en común de ambos países. Al país africano lo siguen Portugal y Reino Unido, el principal emisor de los visitantes que llegan cada año a nuestro país.

Como prueba de su compromiso con el medio ambiente, el sector cervecero recuperó en 2013 el 79 por ciento de los envases que lanzó al mercado, ya fuese por reutilización o reciclaje. Para reducir el impacto en su entorno, varias compañías redujeron el peso de sus botellas y latas, consiguiendo un ahorro de energía equivalente al consumo de más de cinco millones de hogares y una reducción de las emisiones contaminantes equiparables a las producidas por más de 100.000 coches en un año.