Los precios alcanzados por el mercado del alquiler hacen que, a pesar de su nombre, la renta antigua siga estando de plena actualidad. Esta modalidad de arrendamiento hace posible que, en pleno boom inmobiliario, todavía siga siendo una realidad pagar menos de 20 euros mensuales por el alquiler de una vivienda.

La característica principal de este contrato es que se prorroga siempre que el arrendatario quiera. En la práctica, se trata de un alquiler vitalicio que se actualiza según los precios de hace 40 años. "Teniendo en cuenta que hay muchas rentas mensuales de 5 a 10 euros y que para la notificación de su revisión se debe enviar un burofax, muchas veces sale más caro actualizar el IPC que no hacerlo", afirma Lourdes Alboreca, del despacho Alboreca Abogados de Vivienda.

Sin embargo, hay supuestos que permiten al propietario desalojar al inquilino. Además del más frecuente (que algún hijo o nieto necesite la vivienda), se puede tramitar un expediente de desahucio por la falta de pago de la renta, el subarriendo de la vivienda sin consentimiento, porque el inmueble deje de ser una vivienda habitual y permanente o que el edificio se declare en ruina.

Pero el bajo precio de estos inmuebles, en ocasiones, sale muy caro. "Tengo miedo al salir de casa, pienso que me va a cambiar la cerradura", afirma Matilde, una anciana de 74 años que asegura estar sufriendo mobbing por parte de su casero. "No nos arregla las averías y ya empezamos a tener goteras", afirma. Matilde, que paga 18 euros por un piso en el centro de Madrid, es consciente de que ese precio es irrisorio, pero concluye: "Yo he vivido aquí toda mi vida y no tengo otro sitio adonde ir".

La renta se hereda

El alquiler de renta antigua puede subrogarse; es decir, cuando el arrendatario fallece, se pueden poner en el contrato en su misma situación varias personas: el cónyuge (ya estén casados o sean pareja de hecho), un hijo o un ascendiente. En el caso del cónyuge, puede continuar automáticamente como titular del contrato de forma indefinida. En los otros dos casos, además de tener que demostrar que han convivido con el fallecido, sólo podrán subrogarse los dos años siguientes a su muerte.

En persona

Alejandro Hernández. Profesor, 53 años.

"Me cuesta dinero alquilar mi casa"

"Deben de creerse que todos los propietarios somos ricos", afirma Alejandro Hernández, cuyo padre es dueño de dos viviendas alquiladas en régimen de renta antigua que mantiene y gestiona él. "Entiendo que no se puede poner en la calle a una persona ya mayor, pero lo que no es de recibo es que me esté costando dinero alquilar mi casa". Este profesor asegura que los 60 euros que recibe mensualmente por las dos no son suficientes para cubrir el gasto de todas las reparaciones que generan. Para él, la solución tiene que venir desde las administraciones públicas.